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El PAN va al choque contra los gobernadores. Abre fuego con miras a las elecciones de 2016. Quiere que haya candidaturas independientes. Que la Presidencia se ponga también es esa línea. Andrés Manuel López Obrador, quien cree ir a la vanguardia, podría tropezar estrepitosamente si cristaliza el afán del panismo.
Ante el hecho de que algunos mandatarios estatales hayan promovido iniciativas en los Congresos de sus estados para reformar la ley electoral local, y de ser autorizados por la Suprema Corte a que lo hagan, el PAN decide actuar por la vía legislativa.
Lo hace en línea con la postura fijada por intelectuales, que se han pronunciado en favor de las candidaturas sin partido.
Mediante la iniciativa que presentó esta semana, Acción Nacional exige flexibilizar los requisitos que actualmente deben cumplir quienes aspiran a acceder a un cargo electivo sin injerencia partidista.
El sentir al respecto es generalizado: se debe mantener, vigorizar e institucionalizar esa modalidad. El argumento se inscribe en el abierto rechazo a la partidocracia, el hartazgo de la ciudadanía por las prácticas políticas viciadas como reiteradas, y la idea de ampliar la democracia.
Bajar el número de firmas del padrón que se pide ahora para ser candidato independiente de 1 a 0.5, de 2 a 0.5 y a 0.5% para Presidente de la República, diputados, senadores y aspirantes locales, respectivamente, daría paso a mayor participación social en la política.
Si la iniciativa incluye acceso al financiamiento público y privado, a los medios de comunicación y un plazo de 50-60 días para demostrar el apoyo a los aspirantes sin partido, habría que considerar si son realmente independientes. No se debe caer en lo mismo.
De alcanzarse ese objetivo, sería de esperar que se saneara el ejercicio electoral, se extinguiera el cuotismo y el cuatismo y accedieran a los puestos públicos personas realmente comprometidas con la sociedad. El cambio sería considerable.
La posibilidad de que más de un pretendiente presidencial se presentara a la contienda con oportunidad de ganar sólo por sus méritos, evidenciaría que las organizaciones partidistas no contarían con un candidato fuerte, aceptable. Reflejaría la crisis y el desprecio a los que han llegado los políticos y los partidos.
En todo caso, éstos se verían obligados a postular a alguien con una trayectoria limpia, inobjetable, a quien la gente sintiera cerca. ¿Existe ese tipo de políticos en los partidos actualmente?
Respecto de un posible independiente a la Presidencia, hay opciones. Pero puede surgir la duda respecto de si verdaderamente lo sería. Tendría que acreditar su reputación como apartidista. Y sería obligatorio que, como candidato, demostrara que no tiene apoyos subrepticios, sobre todo empresariales y/o delincuenciales.
Sería indispensable también ajustar la ley para evitar que algún tránsfuga o traidor saliera de una organización y se acomodara en la perspectiva de ser candidato independiente.
Y si se aprobara algo indebido, sería obligación de los medios exhibir lo funesto y pernicioso que puede ser. El cambio tiene que ser verdadero. La mentira y la simulación… son inaceptables.
SOTTO VOCE… EL UNIVERSAL cumple 99 años. Y a uno de llegar al Siglo, se halla firmemente posicionado como el medio de comunicación escrito más importante de México. Su liderazgo se extiende a, y se consolida en, su portal, que registra miles de visitas cada día. Mantener la credibilidad durante tanto tiempo es un logro indiscutible que muy pocos han conseguido a lo largo de la historia de la prensa nacional. Mérito incuestionable del licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente ejecutivo y del Consejo de Administración, y del director general de esta casa editorial, Juan Francisco Ealy Lanz Duret. Pero también de todo su personal, al que ellos reconocen su participación en la construcción de una formidable historia de éxito. ¡Enhorabuena!... Al parecer, se confirma la deshonestidad, ineficiencia y estupidez de los dos gobernadores interinos que por error llegaron a los estados de Guerrero y Michoacán. Que sirva esa amarga experiencia para evitar que a improvisados e ignorantes de esa calaña, se les vuelva a regalar el poder para manejar a su antojo el dinero del pueblo… El director general en México de la firma coreana Kia Motors, de enorme prestigio a nivel mundial, Horacio Chávez, debería poner mayor atención al designar a sus principales ejecutivos. Tal es el caso de Cristina Mendoza, “gerente” de mercadotecnia, quien carece de tacto y educación. Su trato es grosero, altanero y prepotente.
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@mariobeteta
