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Las redes sociales son una de las herramientas ciudadanas más valiosas para exhibir y denunciar actos de corrupción, y en algunos casos, inclusive pueden contribuir a abatir la impunidad que tanto nos abruma.
En las redes sociales ha sido severamente cuestionado Anuar González Hemadi, juez tercero de distrito en Veracruz, quien el lunes 27 de marzo concedió un amparo a Diego Cruz, ordenando la libertad inmediata del mencionado joven, de 21 años de edad, uno de los llamados “Porkys de Costa de Oro” y presunto violador de Daphne Fernández —quien entonces era menor de edad—, el 3 de enero de 2015, en Veracruz.
Los “Porkys de Costa de Oro” son Enrique Capitaine, Diego Cruz, Jorge Cotaita Cabrales y Gerardo Rodríguez. Enrique Capitaine es hijo de Felipe Capitaine, ex alcalde de Nautla; Jorge Cotaita y Diego Cruz son hijos de dos prósperos empresarios veracruzanos.
A Gerardo Rodríguez no le fue girada una orden de aprehensión. Jorge Cotaita Cabrales permanece prófugo; Enrique Capitaine se encuentra recluido en el penal de La Loma.
Los llamados “Porkys de Costa de Oro” interceptaron a Daphne al salir de un antro, y en contra de su voluntad la introdujeron a un automóvil, en el cual empezaron a manosearla. Finalmente, en casa de uno de ellos, ubicada en el Fraccionamiento Costa de Oro, consumaron la violación colectiva.
A finales del mes de enero, Enrique Capitaine, quien se encuentra recluido en el penal de La Loma, en Amatlán de Los Reyes, Veracruz, recibió un amparo, el cual fue otorgado por un Tribunal Colegiado que revocó el auto de formal prisión impuesto por el juez tercero de primera instancia en Veracruz. En el mes de febrero, el mismo juez ratificó por segunda ocasión el auto de formal prisión a Enrique Capitaine. Diego Cruz se había dado a la fuga; sin embargo, fue detenido en España y remitido a México el jueves 19 de enero del año en curso. El 23 de enero le fue dictada la formal prisión, acusado de haber participado en la pederastia tumultuaria y enfrentaría una pena de 12 a 40 años de cárcel.
El juez González Hemadi consideró que aunque Diego Cruz “tocó los senos de Daphne, le metió las manos debajo de la falda y le introdujo sus dedos por debajo del calzón y se los introdujo en la vagina, eso no observa ninguna intención lasciva, ni deseo de cópula”.
Tan abominable razonamiento jurídico —que representa una delicadísima legitimación de facto a inadmisibles actos de violencia contra las mujeres— detonó la indignación ciudadana en las redes sociales. El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) solicitó al Consejo de la Judicatura Federal la revisión inmediata del fallo del referido juez. Además la Fiscalía de Veracruz ha cuestionado el fallo.
Antes del advenimiento de las redes sociales, tan aberrante fallo seguramente pasaría inadvertido para amplios sectores de la opinión pública. Anuar González Hemadi minimizó el impacto que tendría su fallo —carente del más elemental sustento jurídico— en las redes sociales.
Involuntariamente exhibió la descomposición que es posible advertir en el sistema de justicia, la cual confirma la reciente detención de Edgar Veytia, en San Diego, Estados Unicos. El fiscal general de Nayarit es acusado de delitos contra la salud por presuntamente introducir drogas en territorio estadounidense. En 2013 el semanario Proceso dio a conocer acusaciones en contra de Veytia por vínculos con narcotraficantes.
Debido a la presión ejercida a través de las redes sociales, el miércoles 29 de marzo el juez Anuar González Hemadi se declaró impedido para continuar revisando el caso de Diego Cruz, debido a los ataques que han recibido su esposa e hijas.
Por lo menos en esta ocasión las redes sociales e Internet impidieron la atrocidad jurídica que pretendía consumar el juez Anuar González Hemadi.