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#LaVozDeLosExpertos
El pasado 12 de marzo fue publicado en el portal de la World Wide Web Foundation un interesante texto de Tim Berners-Lee, creador de la World Wide Web: “Tres desafíos para la web, según su inventor”.
Los desafíos que Berners-Lee identifica son:
1.- El control de nuestros datos personales; 2.- La desinformación se disemina muy fácilmente en Internet; 3.- La propaganda política en Internet requiere transparencia y entendimiento.
Los desafíos que ha identificado el creador de la Web admiten particular significado en la perspectiva de las elecciones presidenciales que se realizarán en México en 2018.
Esta semana la reconocida periodista Lydia Cacho afirmó que, la semana pasada, detrás de la difusión de la falsa noticia sobre el asesinato de la periodista Carmen Aristegui, se encuentran Jorge Camarillo y Armando de León, quienes se dedican a la propagación de ese tipo de noticias con fines políticos y trabajan para Heriberto Félix, Ernesto Cordero y Juan Ignacio Zavala.
Las personas señaladas rechazaron su participación en la creación y difusión de noticias falsas a través de redes sociales. Como contrarréplica, Lydia Cacho respondió y defendió su investigación. Su respuesta puede ser consultada en línea en el portal scribd.
El sensible enrarecimiento de las redes sociales en México por supuesto no es casual. Responde al objetivo de minar la credibilidad de las redes que han desplazado a los medios convencionales como fuente de información, en particular entre los millennials, segmento de la población que sin duda alguna observará un rol protagónico en el desarrollo de los comicios presidenciales el primer domingo de julio en 2018.
Esta semana, además de Lydia Cacho, dos destacados periodistas: Alvaro Delgado (Proceso) y Julio Hernández (La Jornada), quienes a través de Internet han recibido amenazas de muerte, dedicaron notas al sensible enrarecimiento de las redes sociales mexicanas.
Los distorsionadores de la comunicación por Internet, como les llama Julio Hernández, “mantienen ejércitos de trabajadores a sueldo que se dedican a trolear a críticos y opositores”.
Imposible pasar por alto las imágenes filtradas del equipo de tuiteros del candidato Enrique Peña Nieto operando en el marco de uno de los debates entre los principales candidatos a la presidencia de la República, recibiendo instrucciones para manipular a la opinión pública en Internet.
No sorprende que en la Agenda Digital Nacional se omitiera la necesidad de crear una efectiva estrategia de alfabetización digital centrada en el desarrollo de habilidades y pensamiento crítico, requisitos indispensables para poder discernir sobre la desinformación dirigida y las falsas noticias que se publican en Internet.
En México, muy poco han hecho instituciones como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) por efectivamente ayudarnos a hacer transparente y comprensible la propaganda política online, como demanda Tim Berners-Lee.
Ojalá algunos de los altos funcionarios de estas instituciones desviaran la atención de la defensa de sus altos salarios y prestaciones, concediendo un mínimo de atención a las primeras señales de un escenario en Internet que ya se antoja delicado y preocupante.
La propaganda NEGRA que practican los partidos políticos, no solo se ha convertido en una sofisticada herramienta para el debilitamiento de las democracias sino que, como atinadamente destaca Lydia Cacho, quien comparte similar preocupación con Tim Berners Lee, amenaza con destruir la Red Global Mundial (World Wide Web). Si bien ello poco importa a no pocos políticos, a la ciudadanía sensible sí nos debe importar.