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De acuerdo con Wikipedia, el viernes negro -en inglés, Black Friday-, es el día que inaugura en Estados Unidos la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas tiendas minoristas y grandes almacenes.

En la Unión Americana, el “viernes negro” se celebra un día después del Día de Acción de Gracias –el cuarto jueves del mes de noviembre-. El “viernes negro” también es festejado en Canadá, Colombia, Costa Rica y, con el nombre de “El Buen Fin”, en México.

Debido a las grandes ofertas de un gran número de establecimientos comerciales, los consumidores suelen pernoctar a las puertas de los grandes almacenes la noche anterior al “viernes negro”, privándose incluso de la deliciosa cena con la que suele celebrarse el Día de Acción de Gracias, considerada como gran tradición en la Unión Americana.

Del “viernes negro” derivó el ciberlunes (Cyber Monday), día en el cual también es posible encontrar atractivas ofertas de productos y servicios pero a través de Internet. Este año el ciberlunes fue programado para celebrarse el próximo lunes 28 de noviembre.

En México, “El Buen Fin” -que admite ser considerado como la réplica región IV del “viernes negro”, dio inicio en 2011, y “busca reactivar la economía fomentando el consumo, pero sobre todo mejorar la calidad de vida de todas las familias mexicanas (…)

“Le llamamos “El Buen Fin”, no solo por ser un fin de semana de descuentos espectaculares, sino porque al hacerlo perseguimos un buen fin: queremos usar el poder del consumo para reactivar nuestra economía, al mismo tiempo que tú como consumidor te beneficias comprando con los mejores precios del año, todo lo que siempre estás postergando”.

En México El Buen Fin jamás ha conseguido que miles de consumidores pernocten a las puertas de los grandes establecimientos comerciales, la noche anterior al inicio de la mencionada temporada de “descuentos espectaculares”.

Esto puede deberse a que los “descuentos espectaculares” no precisamente abundan durante El Buen Fin. Si efectivamente hubiese “descuentos espectaculares”, tendríamos a miles de consumidores pernoctando a las puertas de los grandes almacenes, la noche anterior al inicio de este fin de semana que califican como el más barato del año.

En cambio, el reetiquetado y la publicidad engañosa son práctica recurrente de no pocos establecimientos. Ello sin duda alguna ha mermado la credibilidad de El Buen Fin.

De acuerdo con una nota publicada en el diario La Jornada, el miércoles 16 de noviembre, estos fueron algunos de los establecimientos señalados por los consumidores por no respetar los descuentos anunciados, o de plano haber incrementado sus precios: Volaris, Viva Aerobus, Walmart, Comercial Mexicana, Liverpool, Best Buy.

Como se trata de marcas y establecimientos reconocidos, su proceder repercute directamente en la credibilidad y reputación de “El Buen Fin”.

En Twitter, mediante la etiqueta #DenunciaBuenFin, creada por la Procuraduría Federal del Consumidor, no pocos consumidores han denunciado los abusos en que incurren no pocos establecimientos y almacenes.

Pero más allá de crear ingeniosas etiquetas en Twitter, la Profeco debe sancionar a todos aquellos establecimientos que abusen de los consumidores.

Aunque la intención es buena, la ejecución no ha sido la más afectiva y lo cierto es que El Buen Fin responde al propósito de comprometer el aguinaldo de miles de trabajadores, quienes para poder efectuar compras durante los cuatro días de duración del programa, recurren a los límites que permite su capacidad de pago y crediticia.

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