Más Información
Alertan de fraude para robar documentos a productores del campo; Sader reitera que convocatoria de apoyos se publican en medios oficiales
Ken Salazar reitera que “CaliBaja” es la región económica más dinámica del mundo; fundamental una frontera moderna y segura, dice
Reciben en el PRI a exemecista Sandra Aguilar; liderazgo en Tlaxcala es clave para nuestro proyecto, dice Alito Moreno
Sólo 30% de inscripciones a elección judicial son mujeres, señala Fernández Noroña; buscan garantizar paridad
Diputados avalan en comisión dar nuevas facultades a supersecretaría de Seguridad Pública; mañana será publicado el dictamen
#LaVozDeLosExpertos
Emilio Azcárraga Vidaurreta (quien en 1930 fundó la primera radiodifusora nacional, la XEW), en 1951, durante el gobierno del presidente Miguel Alemán, recibió la segunda concesión para operar un canal de televisión, el canal 2. Tres años después impulsó la creación de Telesistema Mexicano, empresa que incorporó los canales 2, 4 y 5. Azcárraga Vidaurreta falleció el 22 de septiembre de 1972, en Houston, Texas.
El 8 de enero de 1973, debido a las presiones ejercidas por el presidente Luis Echeverría Álvarez contra los concesionarios de la televisión, fue fundada Televisa, hoy sociedad anónima bursátil, la cual fusionó a dos grandes empresas: Telesistema Mexicano (TSM), que operaba los canales 2, 4 y 5; y Televisión Independiente de México (TIM), propiedad del Grupo Monterrey, que operaba el canal 8.
Emilio Azcárraga Milmo, hijo de Emilio Azcárraga Vidaurreta, asumió la presidencia de Grupo Televisa. El legendario “tigre” llegó a ser considerado “el empresario más poderoso que ha visto México” (Fernández y Paxman 2000, Grijalvo, pág. 17). En 1993 fue considerado el empresario más acaudalado en América Latina por la revista Forbes. El “tigre” fue el artífice de la acelerada expansión internacional de Televisa. Algunas telenovelas de Televisa fueron exportadas a más de 120 países.
Emilio Azcárraga Milmo fue un militante orgulloso y disciplinado del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La hermandad entre Televisa y el PRI fue afirmada hace 30 años, en 1986, por Miguel Alemán Velasco, entonces presidente de Televisa, quien dijo: “Esta empresa es priísta. Si aquí hay alguien que no sea del PRI, que lo diga ahora y se salga. Jamás trabajará en Televisa”.
En 1990, Azcárraga Milmo, quien reasumió la presidencia de Televisa, se declaró soldado del PRI. Cinco años después matizó, manifestando ser únicamente soldado del presidente de la República. Emilio Azcárraga Milmo falleció el 6 de abril de 1997, a bordo de su yate ECO, en Miami Florida.
Emilio Azcárraga Milmo parecía intuir la grave amenaza que podría representarle a Televisa Carlos Slim. Quizá por ello “veía hacia abajo a Slim porque lo consideraba un arribista” (Fernández y Paxman. 2000: 419).
A los 29 años de edad, Emilio Azcárraga Jean asumió la presidencia de Grupo Televisa. Azcárraga Jean enfrentó favorablemente las demandas que interpusieron sus tías y Paula Cusi, la tercera esposa de Azcárraga Milmo, quienes pretendían impedirle asumir total control de Grupo Televisa. En esos días, Azcárraga Jean recibió el apoyo del presidente Zedillo y del empresario Carlos Slim.
Azcárraga Jean paulatinamente mejoró los números de Televisa. El retorno sobre el capital invertido (ROIC) creció cada año (excepto en 2001) hasta llegar a 16.2 por ciento en 2006. Sin embargo, a partir de 2006 los números no precisamente han resultado satisfactorios, como destaca la revista Forbes (www.forbes. com.mx/el-desafio-de-emilio-azcarraga- jean-reconstruir-televisa/#gs.vqsHvvQ).
Hoy Televisa enfrenta una delicada crisis. Imposible ocultarla. Sin duda alguna descuidó sus contenidos, los cuales hoy resultan tan apartados de los intereses de los milenaristas. Los productores de la televisora y gran parte del talento artístico parecen atrapados en una penosa suerte de anquilosadas rutinas. La política informativa de la televisora ha perdido toda credibilidad. Minimizaron el riesgo que podría representarles la llegada de jugadores emergentes, como Netflix.
Emilio Azcárraga Milmo, fiel soldado del PRI y el presidente de la República en turno, aún cuando fue el empresario más poderoso en México, perfectamente reconocía cuáles eran los límites de Televisa. Los llamados “cuatro fantásticos” pretendieron ser más ambiciosos. Se pensaron capaces de poder construir un candidato a modo y convertirlo en presidente. Suponían que tal apuesta, orientada a asegurar y ampliar su sistema de privilegios no podría resultarles contraproducente. Fue un grave error. Uno más.