Octavio Islas

Rivalidad Telmex-Televisa

Rivalidad Telmex-Televisa
08/07/2016 |13:35
Redacción El Universal
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#LaVozDeLosExpertos

Desde hace algunos años, Televisa y Telmex se encuentran inmersos en una guerra sin cuartel. Los dueños de ambos corporativos se han propuesto mantener intacto un complejo e intrincado sistema de privilegios, el cual favorecieron tanto presidentes emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como del Partido Acción Nacional (PAN).

A tres años de haberse puesto una reforma en materia de telecomunicaciones, destaca el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), es posible advertir “la reducción importante de precios, crecimiento de los sectores regulados, más penetración de todos los servicios de telecomunicaciones mayor inversión privada en infraestructura, mayor confianza en los inversionistas y más”.

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Sin embargo, es posible afirmar que en los tres años recientes, tanto Televisa como Telmex, pese a algunas sensibles disminuciones, prácticamente han conseguido mantener intactos no pocos de los privilegios que les permitieron afirmarse como empresas preponderantes en sus respectivos sectores.

Televisa afirma, —y no sin cierta razón—, que para que efectivamente pueda darse una verdadera competencia en la industria de las telecomunicaciones, Teléfonos de México debe permitir el acceso a la infraestructura del bucle o red local, conocido también como “última milla”.

El bucle local es el cable del último tramo de conexión que va de la central telefónica hacia los hogares y oficinas de los clientes de Telmex.

Si Telmex comparte tal infraestructura, sus competidores podrían enviar señales de televisión de paga, telefonía o Internet, pagando a Telmex una renta. Las empresas competidoras así invertir enormes sumas de dinero para construir y disponer de sus propias infraestructuras.

En teoría el acceso al bucle local de Telmex favorecería la reducción en los precios de los servicios de Internet, telefonía y televisión de paga por cable.

En diciembre fueron aprobadas las ofertas de referencia de Telmex y Telnor para la desagregación del bucle local. Sin embargo, solo la firma México Red de Telecomunicaciones ha firmado un convenio con Telmex de desagregación del bucle.

Voceros de Telmex —además de no pocos periodistas y analistas “identificados” con las empresas de Carlos Slim— cuestionan la dominancia de Televisa en los mercados de radio y televisión.

Los funcionarios que se encuentran al frente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) han sido acusados de favorecer sistemáticamente a la televisora.

El juego —consigna, afirman algunos— parece ser contener a Telmex y consentir discretamente a Televisa, la cual, durante el actual gobierno ha conseguido incrementar significativamente su penetración en los servicios de televisión de paga, mientras que Telmex ha enfrentado todo tipo de restricciones para impedir su participación en este sector.

Más allá de campañas destinadas al lavado de imagen, teletones y eventuales obras de filantropía, Carlos Slim y Emilio Azcárraga podrían observar roles efectivamente protagónicos en el desarrollo de México. Definitivamente sería deseable. El panorama nacional de ninguna manera resulta halagador.

Desafortunadamente, una especie de egoísmo estructural parece impedirlo.