La doble jornada disputada esta semana dejó muchos elementos para el análisis. Por un lado hay un cambio radical en el número de goles anotados por fecha, en gran medida por los planteamientos ofensivos de algunos técnicos, así como por la contundencia de los delanteros, que parecen estar más finos en la definición y esta vez sí aprovecharon los errores defensivos de los rivales. Sin embargo, el único problema es la baja cuota de goleadores mexicanos, que sólo representan una mínima parte en el total de anotaciones.

De esta forma, no debemos asombrarnos porque los primeros nueve goleadores del torneo son extranjeros, y entre estos es evidente el dominio de la legión de argentinos, una nación que aporta más jugadores profesionales que cualquier estado del territorio mexicano. Solamente Oribe Peralta y Omar Bravo aparecen como contrapeso.

También algunos conjuntos han modificado radicalmente la dinámica de juego y de resultados, sobre todo América y Monterrey, que ganaron los últimos tres partidos, con un juego agradable y un ataque contundente. Así, Ignacio Ambriz y Antonio Mohamed encuentran finalmente un poco de tranquilidad después de pasar apuros y críticas.

Asimismo sorprende la transformación del club León, después de sufrir el torneo anterior con el cambio de técnico, no olvidemos que terminaron en el penúltimo lugar de la tabla mientras ahora marchan como líderes. Juan Antonio Pizzi ha encontrado el funcionamiento esperado, arropado por algunos elementos clave como Luis Montes, Carlos Peña y Mauro Boselli, quienes parecen recuperar la memoria y el nivel de juego al que nos tenían acostumbrados.

Otro caso asombroso es la renuncia de Pedro Caixinha al frente de Santos, aunque el conjunto no marcha bien en el inicio del torneo es una decisión difícil de entender después de conseguir el título de liga y campeón de campeones, además de un campeonato de copa durante su ciclo e incluso sonar para ocupar el puesto de entrenador de la Selección nacional.

Por otra parte, Gustavo Matosas revolucionó su equipo después de caer estrepitosamente ante Pumas y dejó fuera del once a jugadores titulares como Aldo Leao, e incluso algunos ni siquiera estuvieron en la banca, como fue el caso del defensa central Walter Kannemann. Así, el entrenador apostó por varios jóvenes, quienes respondieron a la confianza y sumaron un triunfo vital ante Puebla, terminando con el último invicto del torneo.

Finalmente, a nivel internacional, el club Barcelona ha recibido demasiados goles en los dos juegos oficiales disputados. Es increíble la facilidad con la que Sevilla y Athletic de Bilbao lograron marcar ocho anotaciones, algo que no sucedía hace muchas temporadas, mostrando una fragilidad defensiva que el técnico deberá reparar con urgencia. Ante esta situación, las posibilidades de repetir los seis títulos en un año lucen muy complicadas.

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