Ayer se cumplieron dos años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. En el país hubo marchas, manifestaciones… mientras nuestro Presidente dio una declaración desde Colombia, a donde fue a ser testigo histórico de la firma del tratado de paz entre las FARC y el gobierno.
Setecientos treinta días sin tener certeza de qué pasó ese día. Con, incluso, un operador clave de investigar qué sucedió, Tomas Zerón de Lucio, señalado por presuntamente enrarecer la investigación. Un personaje que hasta hace unos días era el director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR que, en lugar de ser removido para ser investigado, lo premian con un cargo fuera de él y de muchísima confianza del Presidente.
En fin. Ayer el presidente Enrique Peña Nieto declaró que “el firme compromiso del gobierno de la República para llegar hasta sus últimas consecuencias en la investigación que sigue su curso... el único (interés) que el gobierno de la República ha puesto por delante, con total apertura y transparencia es, precisamente, saber qué fue lo que ocurrió ahí”.
Lo cierto es que pese a la transparencia que se insiste desde el gobierno federal, la “verdad histórica” que presentó el ex procurador Jesús Murillo Karam parece también desaparecer en las aguas del río San Juan, y el actuar del gobierno federal está en la mira de organismos internacionales como la ONU, Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sin que se logre mandar un claro mensaje de cero impunidad, de búsqueda de la verdad.
Distinguidos —es un decir, pues… aunque sí son distinguibles— militantes del PRI están en pleno huracán en los últimos días o meses por diversas razones: anomalías detectadas en sus administraciones, investigaciones federales o jugosas liquidaciones.
Le explico en este breve recorrido del Golfo al norte de la República Mexicana.
Eso sí, antes, esta columna siempre interesada en el bienestar de la clase política y de la ciudadanía propone desde ya, que a todos los gobernadores que pasaron la estafeta y a quienes están por hacerlo —ejem, ejem, Roberto Borge, César Duarte, Javier Duarte y Egidio Torre— se les coloque algún distintivo para tenerlos siempre bien localizados. ¿Un brazalete, un GPS, un microchip o al menos zapatos que lo contengan? Así no nos llevamos sorpresas si es que la justicia los requiere…
Quintana Roo
Desde el domingo pasado esa entidad es gobernada por Carlos Joaquín González, quien llegó mediante la alianza PRD-PAN.
En su discurso, el ex priísta y hoy gobernador declaró que en su administración, “el que la hace la paga”. Que harán auditorías y “habrá sanciones hasta las últimas consecuencias”.
Lástima que Roberto Borge, gobernador saliente, no escuchó el mensaje ya que fue uno de los ausentes a la toma de posesión de Carlos Joaquín —a la que por cierto sí acudieron otros ex mandatarios, como su medio hermano Pedro Joaquín Coldwell, e incluso Isabel Tenorio de Villanueva, esposa de Mario Villanueva— ni escuchó los gritos de “¡Cárcel para Borge!”
No la tiene fácil el hoy ex gobernador.
A saber qué detectarán en el endeudamiento de 22 mil millones de pesos que heredó al nuevo mandatario, pistas ya hay por doquier, algunas de ellas documentadas por medios periodísticos.
¿Y dónde está Roberto Borge? Su último mensaje en su cuenta de Twitter es del pasado sábado 24 de septiembre cuando escribió:
—Hemos llegado al final de nuestro período (sic), agradezco a todos los quintanarroenses por permitirme ser gobernador de este grandioso estado... A la nueva administración dirigida por @carlosjoaquin le deseo lo mejor en este nuevo periodo... ¡Gracias Quintana Roo! #Comprometidocontigo
Veracruz
No sé si coincida conmigo querido lector, lectora, pero lo que pueda escribir sobre Javier Duarte hoy, quedará desfasado para mañana por el propio mandatario veracruzano.
Ayer, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI decidió retirarle los derechos partidistas al mandatario y seis integrantes de su gabinete, ante las diversas acusaciones, entre ellas corrupción. Podrían expulsarlo, que es un segundo paso. Se ha dicho que es el primero, quizá de varios, por la sencilla razón de que hay más información disponible.
Si Javier Duarte fue capaz de crear empresas fantasmas para triangular millonarios recursos, claro que hacer un desplegado donde funcionarios lo apoyan es lo de menos. Y eso fue lo que al parecer pasó este fin de semana. Hasta Héctor Yunes Landa, ex candidato del PRI lo dijo; otros le informaron a Enrique Ochoa que o no sabían lo que firmaron o sus firmas fueron usadas para el desplegado.
Lo peor de todo es que algunos de los abajofirmantes que “avalaron” a Duarte de Ochoa, son los mismos que aparecen en el listado de las empresas fantasmas creadas por él.
Eso sí, Javier Duarte no pierde el cinismo...perdón, el sentido del humor y el fin de semana tuiteó:
--Reconozco el liderazgo de @EnriqueOchoaR y estoy totalmente de acuerdo con él en lo referente a la transparencia y rendición de cuentas.
Lo digo, también, por que lo hizo luego luego de que se diera diera a conocer la jugosísima liquidación que recibió el líder nacional prísta al dejar la Comisión Federal de Electricidad: un millón 725 mil 209 pesos menos impuestos quedó en un millón 206 mil 271 pesos. Y que conste que renunció por irse a otro puesto, ¿eh? No lo corrieron. ¿Cuándo recibe usted una liquidación así por renunciar?
Zacatecas.
Pese a ser un estado que el PRI mantuvo en las pasadas elecciones con el triunfo de Alejandro Tello, el fuego amigo o las evidencias atacan también al ex gobernador Miguel Alonso Reyes.
El 27 de mayo pasado, antes de las elecciones, se abrió la averiguación FED/ZAC/ZAC/0000243/2016 en la delegación de la PGR en esa entidad, por presunto enriquecimiento ilícito, la cual presentó Bibiana Lizardo, entonces diputada local de Movimiento Ciudadano. También se presentó otra por parte de Alberto Gaytán por el miso presunto delito: que quién sabe de dónde tiene tanto dinero Alonso Reyes.
Pero es que Miguel Alonso no es el único que estaría bajo la lupa.
Hay indicios de que su hermano Juan Manuel, su prima Lucía Reyes Cantú y el esposo de ésta, Noe Cantú, habrían realizado operaciones para adjudicar jugosas licitaciones a modo. Desde la dirigencia nacional del PRI ya se pidió que la investigación sea imparcial.
Uy, ¿se imagina si hubiera ganado la oposición?
Coahuila.
Al parecer Rubén Moreira le aprendió mucho a Javier Duarte. Ahora es en Coahuila donde se detectó la Operación Fantasma: también su administración contrató empresas que no existen a las cuales se les dieron recursos estatales que nadie sabe, nadie supo, dónde quedaron.
Eso sí, Moreira innovó y se diversificó: no sólo utilizó empresas en su entidad, que tiene domicilios fiscales en zonas marginadas, sino que también tienen presencia en Monterrey, Nuevo León, y la Ciudad de México.
Para muestra está la empresa Nuberia Comercial de México, ubicada en Cerrada de San Joaquín, 12, edificio C, departamento 301, en Miguel Hidalgo, en la CDMX. Es una unidad habitacional donde no hay rastros de esta empresa.
No está enlistada en el Padrón de Proveedores y Contratistas del gobierno de Coahuila, peeeero en estos 9 meses de 2016 se han embolsado solamente 77 millones 513 mil 715 pesos, mediante el otorgamiento de 5 contratos por asignación directa para surtir desde material médico hasta colchones y colchonetas.
Hay otras empresas como Comercializadora Vilansa, que ganó 11 millones 389 mil pesos por la venta de 42 mil 760 cobijas y 27 mil bultos de cemento. Según la información de esa empresa están ubicados en Vicente Guerrero 421 Poniente en San Nicolás, Monterrey, donde está una casa en abandono.
Donde los ánimos también están a flor de candidatura presidencial es en el PAN. Todo parece indicar que se está formando un claro grupo que se llama TUCA (Todos Unidos contra Anaya, por sus siglas). Y es que todos los aspirantes a la candidatura presidencial de plano ya pusieron el grito en el cielo porque Ricardo Anaya, como dice Margarita Zavala, quiere ser cátcher, pitcher, jugador y árbitro al mismo tiempo. Quieren que renuncie a su cargo para que haya piso parejo. Él insiste en que él es Presidente de tiempo completo, que no aspira a nada, pero, “por el momento”.
En el PAN susurran que es una “estrategia” que favorece al PRI para dividirlos.
¿Lo puede creer? ¿O sea que, además de contra Anaya están contra ellos mismos?
Mmm. Anaya presume que él fue quien logró ganar 7 gubernaturas el pasado 5 de junio; que incluso apoyó a candidatos no cercanos, como Javier Corral, quien ganó Chihuahua… como signo de imparcialidad.
Que deben seguir en esa racha y que él, casi casi, lo garantiza, dado que vienen las elecciones del 2017 y hay elecciones claves: Estado de México, Coahuila y 212 alcaldías en Veracruz.
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