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Estimados diputados, diputadas, senadores y senadoras de la (espero que muy productiva) LXIII Legislatura y también a Enrique Peña Nieto:
¿Sabían ustedes que los mexicanos desconfían de los políticos y en particular de los legisladores? Seguro sí, pero se los recuerdo: los diputados, en particular, son los profesionales en los que menos confía un ciudadano —según encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica—: 63.6% de los ciudadanos no confía nada en ustedes; 59.9% de los mexicanos no se fía ni un ápice de los senadores.
Sé que su agenda está llena, que tienen muchas cosas que analizar, discutir y leyes que aprobar pero quiero convencerlos de que una prioridad debe ser hacer buenas leyes, duras, que no se presten a simulaciones, para realmente aplicar el Sistema Nacional Anticorrupción.
Si algo lacera a las instituciones es la percepción generalizada de corrupción. Percepción que emana de la realidad (ya hasta lo aceptó EPN); no hacer nada es peor, simular hacer algo que no funciona es sencillamente imperdonable.
Hacerse “pato”o más bien “pollito” (ahorita lo explico) con respecto a esta responsabilidad (echándole la culpa a la falta de acuerdos, escudándose en triquiñuelas jurídicas o sencillamente no escuchándose) está para llorar y eso es lo que están haciendo, aunque sea “sin querer queriendo” como dijo el filósofo popular mexicano.
Son 5 leyes nuevas las que se tienen que hacer y otras 15 que modificar antes del 27 de mayo de 2016. Aunque el marco general del Sistema Nacional Anticorrupción ya está, bien saben que en estas leyes reglamentarias está el detalle y, por lo tanto, el diablo y la posibilidad de realmente aplicarse.
¿Han escuchado la canción de El pollito pío? Pues así andan ustedes. Se los explico con música. Aquí está el video de la canción por si quieren musicalizar la lectura. http://tinyurl.com/pwnbkx2.
El PAN, por su parte, hace sus iniciativas que pronto presentará... cosa de la sobrevivencia— comen vivo a su papá, digo, su mamá, al nacer. Ya ve que las crías de la mantis “bzzzzzzz”
♫ Y la mantis religiosa, “Amén”♫
El PRI (o Verde, que no es lo mismo, pero es igual) y partes del gobierno (Consejería Jurídica, Gobernación) trabajan en las suyas... ♫ (Y el dinosaurio “Guarrg”; el tucán “Ching” (sonido de caja registradora); el consejero jurídico “blaamm (portazo)”; y el Reloj chino “gong”)♫
El PRD (o sus legisladores que no están contagiados por el shock de la crisis de su partido) hacen otras. Ahí van, arrastrándose, destrozándose, partiéndose en dos que se vuelven dos o tres o más seres independientes.
♫ La lombriz “shhhhhh”♫
La Academia especializada y organizaciones ciudadanas interesadas en apoyarlos se vuelve loca con estas iniciativas inconexas que no se hablan entre sí,
♫ El pollito pío... Y el pollito pío♫
Como reza la conclusión de un chiste un tanto subido de tono que esta columna que es AAA no puede citar: ¡¡¡Organícense!!! Si no, ¿cómo? Sin un hilo conductor con sentido común, esto es pura simulación.
¿Quién debe ponerlos en orden? Pues si es verdadera su disculpa —veremos—, el Presidente.
La experiencia chilena de Michelle Bachelet no estaría mal: que llame a una mesa y los encierre hasta que no se pongan de acuerdo. Ok, no, que no los encierre, pero sí ponga un plazo que vaya acompañado por los mejores expertos internacionales y nacionales en el tema. Habrá diferencias que discutir en el Congreso, sin duda y eso está bien, pero por lo menos ya estaremos discutiendo sobre algo que haga sentido.
Por lo pronto todo es como la canción del Pollito Pío...
Están ustedes legisladores, Presidente, ante una oportunidad histórica que muchos ciudadanos le pedimos que tomen en serio. La simulación de hacer leyes barcos para el Sistema Nacional Anticorrupción es sólo un boomerang que se les regresará.
Ojalá nos desmientan a muchos ciudadanos que a veces pensamos que ustedes son todos iguales. Y por iguales me refiero sí, seguramente con injusticia, a la caricatura histórica del diputado o senador acrítico y levanta dedos, sólo preocupado por mantener su hueso y dormir en su curul. Y un Presidente que sigue sin entender que no entiende.
Escuché el otro día en la radio a Javier Lizárraga, encargado de la entrega de los cerca de 9 millones 400 mil televisores que este gobierno dará con nuestros impuestos. Loable --y carísima-- iniciativa en la que, para evitar darle difusión a marcas en particular decidieron que cada vez que se prenda la tele digital diga: “Mover a México”.
Ah, vaya. Qué raro que justo sea el slogan de este gobierno y el que también usa el PRI en sus campañas.
¿Habrá sido por falta de ideas? Porque si es así, aquí unas sugerencias:
--El voto es libre y secreto.
--Mis calcetines no están al revés y ah, no cometí nada ilegal. Como sea: disculpas.
--SOS.
--Ayúdanos, Virgencita de Guadalupe
--Destilando Amor.
--Hay países peores
--Ya me cansé
Los invitados tuvieron que firmar un contrato de confidencialidad, dejar celulares bien guardados, y si pasara alguno, no subir absolutamente nada en redes sociales. Esos fueron parte de los requisitos que tuvieron los invitados a la boda por el civil del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, con Anahí, el fin de semana pasado en el Club de Golf Bosques de Santa Fe.
A saber si el góber tomó días de luna de miel, porque el lunes por la noche cenó en el Cipriani, de Masaryk, pero sin su esposa.
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