Lo que todos los fanáticos de David Lynch (no en balde esta columna lleva por nombre uno de sus títulos más emblemáticos) estaban esperando comiéndose las uñas: un nuevo trabajo de edición de las escenas eliminadas de la serie Twin Peaks y la película: El fuego camina conmigo.
Ambas ahora se complementan en una nueva narrativa que ofrece otra perspectiva del misterio creado por Robert Engels, Mark Frost y el propio Lynch. The Missing Pieces ofrece un vistazo diferente, escalofriante y punzante que muchos fans de las serie llevan en la cabeza.
Como siempre, la compañía que debió de haber sacado aquí hace tiempo el producto (Paramount) está en todo, menos en lo que debe. El Blu-ray cargado de extras (que incluye también la serie completa en nueve discos) ronda los 40 dólares, mientras muchos se preguntan: ¿Dónde están los Tampa Bay Buccaneers?
Y como remate: Ahí viene la continuación.
CON el Jesús en la boca los que se engancharon con la serie argentina El Marginal, se preguntan: ¿habrá segunda temporada? Sobre todo por el indiscutible triunfo del bando gandalla (malos, malísimos y peores) dentro de una cárcel de muy mala muerte donde al menor descuido a los protagonistas les pueden metal bala o picarlos. Ahí, un policía es infiltrado (con lo que ello implica) para investigar un secuestro realizado, como aquí es común, desde las entrañas del mismo presidio. Juan Minujín y Martina Gusmán, encabezan el reparto donde los malos son un ejemplo de virtud retorcida, enferma y ambiciosa, demostrando que el dinero lo es todo, mientras la vida va y viene. Un ejemplo de corrupción que asustaría hasta al mismísimo PRI. SI están buscando una serie de televisión verdaderamente buena, emocionante y adictiva, ahí está The Americans (Netflix), donde un matrimonio de espías que trabaja para la KGB, hace bien su trabajo a la hora de matar de diversas pero efectivas maneras. Keri Russell y Mathew Rhys son Philip y Elizabeth Jennings: aguerridos rusos que se hacen pasar por estadounidenses en una guerra fría que, de pronto, se calienta con mucho sexo y muy buenas malas maneras de matar, sin tocarse el corazón, en la era de Ronald Reagan y un FBI nada correcto e igual de mala onda que el matrimonio.
La trama incita a tomar partido entre rusos y americanos, formas de vida, diferentes estilos de pensar y fabulas enloquecidas.
EN unos días se estrenara en Estados Unidos la nueva aventura del asesino John Wick (Keanu Reeves), que va a una especie de olimpiada o juegos de invierno del crimen, donde los participantes son los asesinos de élite más importantes del mundo.
Acción de la buena, no vaciladas estilo Diego Luna en Star Wars.
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