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En los recorridos que estoy haciendo en apoyo a la campaña de Josefina Vázquez Mota confirmo mi preocupación sobre el terrible deterioro de la calidad de vida de los habitantes en el Estado de México, por la ausencia de políticas públicas con visión metropolitana y de más largo plazo.
La Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) representa una de las megalópolis más complejas en el mundo, principalmente por el crecimiento anárquico de lo que alguna vez llamamos la “zona conurbada”, que alberga a cerca de 20 millones de habitantes; 11 millones corresponden a pobladores de los municipios del Estado de México. Esta explosión urbana horizontal se llevó a cabo sin planeación y —lo más grave— sin una coordinación con la CDMX, lo que generó un verdadero desastre metropolitano.
La movilidad está estrechamente vinculada a la planeación urbana. En general, los nuevos desarrollos urbanos deberían estar ligados a la creación de polígonos industriales, comerciales y escolares, de tal forma que el habitante de la zona no tenga que emplear demasiado tiempo en sus desplazamientos.
En la ZMCM ocurrió exactamente lo contrario; se alejaron las zonas de vivienda a desarrollos en los quintos infiernos, sin servicios básicos y sin un sistema de transporte público rápido y eficiente. Quien trabaja en la CDMX y viva en Tecámac o en Ecatepec puede perder entre cuatro y seis horas al día en sus desplazamientos, tiempo que le quita a su familia, al estudio o esparcimiento.
Cuando uno pasa los límites de la CDMX hacia el Edomex, se complica el caos del transporte público, porque se basa en las nocivas “combis” que son los vehículos tipo “van” de muy baja capacidad, incómodo, inseguro y muy contaminante.
Los últimos gobiernos del Edomex no han invertido prácticamente en movilidad; las pocas rutas de Mexibús y el Mexicable no representan nada frente al enorme reto de transporte en la ZMCM. En su lugar, se ha optado por grandes proyectos carreteros a costos astronómicos o bajo esquemas de concesión muy cuestionables, mismos que hoy en día están bajo sospecha de una tremenda corrupción. Se han evidenciado ya los fraudes en los sistemas de medición de aforos, así como en la ampliación injustificada de plazos de concesión hasta por 60 años.
La corrupción y la falta de visión de los malos gobiernos del Edomex han provocado un crecimiento explosivo del auto particular. Se considera que en el estado circulan 5.5 millones de vehículos, de los cuales 95% corresponden a autos particulares; sin embargo, éstos solo aportan 30% de los viajes que se efectúan en dicha entidad.
No se ha invertido en Metro, tranvías o trolebuses ni tampoco en transporte de superficie de alta calidad. Todo el sistema de superficie se basa en el desastroso y corrupto sistema de “permisionarios”, agrupados en las Asociaciones de Permisionarios, que en lugar de utilizar camiones de mayor capacidad, seguros y de buen desempeño ecológico, optan por camionetas “van” que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad, no cubren la demanda, generan grandes embotellamientos y por lo mismo muchísima contaminación.
Josefina Vázquez Mota ha incorporado en su plataforma de gobierno un Plan Integral de Movilidad para el Edomex, con visión metropolitana y de largo plazo. Consiste en un sistema integrado de transporte, fortaleciendo la inversión en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, trenes interurbanos y suburbanos, rutas concesionadas sólo a empresas mercantiles con autobuses de alta calidad y espacios para su estacionamiento y mantenimiento. Asimismo, busca dar toda la preferencia a los peatones y muy especialmente a las personas con discapacidad. Finalmente, propone programas pro aire para Toluca y la ZMCM, así como sistemas eficientes de monitoreo e información de la calidad del aire.
Josefina Vázquez Mota ha incorporado en esta plataforma todas las propuestas de la Agenda de Movilidad 2025 (#YoMeMuevo), promovida por el ITDP, el IMCO, el WRI y la Fundación Tláloc.
ciudadposibledf.org
@JL_Luege
