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La semana pasada denunciaba en este espacio la afectación a la presa Anzaldo por la construcción de un edificio de grandes dimensiones en el área que corresponde a la zona de seguridad y protección de la presa, justo en la confluencia de la lateral del periférico con la avenida Luis Cabrera, en los límites de la delegación Magdalena Contreras.
Hace ocho días se presentaron fuertes lluvias en el poniente de la ciudad, provocando inundaciones en varias avenidas y daños graves a edificios de oficinas y viviendas en la zona de Santa Fe. Dos días después, el jefe de gobierno afirmaba que se trató de una lluvia extraordinaria y que el sistema de desagüe de la zona no tenía la capacidad suficiente para conducirla. La primera afirmación no es exacta porque la lluvia del lunes pasado no alcanzó el nivel de “extraordinaria”, además no fue una tormenta generalizada y por lo tanto podía ser manejable. Lo segundo, tristemente, es una realidad: el drenaje “no tiene la capacidad”. Lo grave de esta afirmación es que se convierte en una excusa, al decir que frente a estos fenómenos, nada se puede hacer.
Hoy voy a referirme a la destrucción deliberada de un sistema fundamental de seguridad para prevenir inundaciones; se trata de una presa de regulación ubicada en la confluencia de la avenida Vasco de Quiroga con la autopista a Toluca, muy cerca del Centro Comercial de Santa Fe en los límites de las delegaciones Cuajimalpa y Álvaro Obregón. Corresponde precisamente a la zona afectada la semana pasada.
Esta presa, operada por el Sistema de Aguas (Sacmex), se construyó para regular las avenidas de la parte alta de Santa Fe y de repente, sin ninguna información, la SCT inició una construcción dentro del vaso de la presa, de lo que será una de las estaciones del Tren a Toluca.
Este proyecto está fuera de toda lógica y sentido común, están invadiendo la zona federal de la presa —lo cual es un delito—, al realizar obras de construcción dentro del vaso de la presa y poniendo en riesgo a miles de familias.
La SCT es la responsable directa de esta obra pero yo me pregunto, ¿quién autorizó semejante proyecto? ¿dónde están las autorizaciones del Sacmex y de la Conagua, la Manifestación de Impacto Ambiental y de Protección Civil? ¿quién va a responder frente a los daños de millones de pesos al mobiliario urbano y propiedad privada?
Cuando el jefe de gobierno daba sus explicaciones en rueda de prensa, toda la maquinaria de las empresas que están laborando en este absurdo proyecto, estaban dentro del agua de la presa ¿Quién va a cargar con los gastos de los daños a estos equipos?
La situación en que se encuentran las presas de regulación del poniente de la Ciudad es deplorable, principalmente por la gran cantidad de basura, cascajo y aguas negras que se descargan ilegalmente en los vasos de las presas por la inconsciencia de vecinos y autoridades; esto ha provocado una gran pérdida de capacidad de regulación pero además, lamentablemente, daños muy serios a las estructuras de los embalses.
Este complejo sistema de regulación hidrológica, controla los picos de las avenidas de agua cuando se presentan fuertes tormentas. Recordemos que esta importante obra de control fue diseñada hace mucho tiempo, cuando la ciudad no se había expandido anárquicamente hacia la parte alta del poniente del valle. Imaginemos por un momento los bosques frondosos de Tlalpan, del Ajusco y del Desierto de los Leones y cómo la calidad del suelo permeable en toda esta área, permitía la infiltración de grandes volúmenes de agua en temporada de lluvias y la recarga del acuífero; condición que prácticamente hemos perdido en la actualidad.
A pesar de esta condición favorable, los especialistas de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en aquel entonces, consideraron necesario la construcción de este sistema de control de avenidas para la seguridad de la ciudad frente a inundaciones. ¿Qué dirían —si vivieran—, al ver que los bosques y suelos permeables han desaparecido, que todo ha sido ocupado por asentamientos irregulares y urbanizaciones sin planeación y que además, la obra de ingeniería hidráulica que construyeron está abandonada y parcialmente destruida?
Es urgente una revisión a fondo y una auditoría de operación a todo el sistema de regulación de la zona poniente de la ciudad; evaluar la condición estructural de las cortinas, vertedores y válvulas; desalojar las invasiones irregulares que se encuentran en peligro en la zona de protección de las presas.
Se deben clausurar las construcciones que se están realizando al lado de la presa Anzaldo y lo mismo la construcción de la estación del Tren a Toluca en el caso de Santa Fe dentro del vaso de la presa. Aunque las presas las opere el gobierno de la CDMX, la condición de “zona federal” se mantiene siempre, por lo que también es responsable el Gobierno Federal.
La población está en peligro frente a las tormentas y los sistemas de regulación y seguridad están fallando por lo tanto, es imprescindible la acción inmediata de las autoridades locales y federales para recuperar esta infraestructura.
ciudadposibledf.org
twitter: @JL_Luege