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Algunos liderazgos del PRD y del PAN están analizando la posibilidad de una alianza electoral para la CDMX entre ambos partidos. Es una propuesta que no tiene sentido y que obedece más bien al pánico que causa en el PRD la pérdida de posiciones frente a Morena, incluyendo la jefatura de Gobierno.
Las alianzas electorales, específicamente entre el PAN y PRD, son deseables siempre y cuando exista una plataforma de transición democrática que garantice un verdadero cambio de sistema político. Aunque en varios estados se han ganado elecciones bajo alianza, no se ha conseguido un cambio de sistema real.
Estas alianzas de transición democrática se buscan en aquellos estados donde no ha habido alternancia y donde el PRI va a cumplir 80 años con los vicios de siempre.
En las pasadas elecciones las alianzas funcionaron con éxito en Nayarit, Coahuila y Veracruz, esperemos que en estos casos logremos el objetivo de fondo que es la transición democrática; sin embargo, en el Estado de México, donde era más importante alcanzarla, no fue posible por la negativa del PRD.
Es importante recordar que en este caso el PAN había aprobado la alianza con el PRD tanto en el Consejo Estatal como en el Comité Ejecutivo Nacional; además, los acuerdos consideraban que el candidato a gobernador podía ser de cualquiera de los dos partidos, e incluso se dio preferencia a la postulación de Alejandro Encinas sobre cualquier candidato del PAN.
Frente a esta opción altamente competitiva, fueron los dirigentes del PRD en el Edomex quienes rechazaron la alianza. Esto, seguramente, tripulado desde las oficinas del gobierno del estado.
Desde el anuncio de un Frente Amplio Democrático a nivel nacional —que no tiene pies ni cabeza—, liderazgos del PRD y del PAN, junto con funcionarios de Gobierno de la CDMX, buscan concretar una alianza amplia para la Ciudad. La sola propuesta resulta un insulto al panismo de la capital, ¿una alianza que convalide los malos gobiernos del PRD por casi 20 años?, ¿una alianza que perpetúe la inseguridad y la corrupción en grado extremo en las delegaciones?
El PRD y ahora Morena —que representan exactamente lo mismo—, sólo suplantaron desde 1997 los gobiernos del PRI; no promovieron los cambios democráticos que la sociedad demandaba ni mejoraron la mala calidad de los servicios públicos. Quienes hemos participado en las innumerables reformas y cambios en el DF y en la CDMX, podemos afirmar con datos duros que la Ciudad está hoy mucho peor en varios aspectos que hace 20 años, como ejemplo: inseguridad, abasto de agua, saneamiento, movilidad, manejo de basura, desarrollo urbano y medio ambiente. Todo ha empeorado de manera preocupante.
Pero lo más grave ha sido la constante actitud antidemocrática tanto del Ejecutivo de la CDMX como de la Asamblea Legislativa. Por ejemplo, en la Asamblea Legislativa, la política del PRD ha sido siempre la que tanto criticó del PRI: “carro completo y mayoría aplastante”, sin debate, sin argumentos e incluso violando procesos legislativos, se han aprobado leyes que no funcionan y que en algunos casos, hasta son inconstitucionales.
En la pasada Asamblea Constituyente, el PRD actuó igual; promovió un proceso viciado de principio a fin donde sólo se votó por 60 de los 100 diputados, los demás fueron una burda imposición para asegurar mayoría. La participación electoral apenas llegó a 28% y 8% de los votos fueron anulados.
El Constituyente no tuvo legitimidad, el PRD negó rotundamente el referéndum y finalmente el jefe de Gobierno rechazó el plebiscito que exigimos miles de ciudadanos.
El PAN debe concentrarse en su proceso interno para elegir candidatos a todos los cargos de elección en la CDMX; debe defender sus principios y la plataforma de gobierno que garantice los cambios que la Ciudad requiere. Se pueden buscar alianzas con otros partidos, pero fundamentalmente con asociaciones y con la ciudadanía que quiere cambios de fondo para nuestra Ciudad y que mantiene su confianza en Acción Nacional. Una alianza del PAN con el PRD en la CDMX significaría, además de un engaño y decepción para el electorado, un alto riesgo de desaparecer como partido político.
Twitter: @JL_Luege