Los ánimos políticos están exacerbados; la democracia declina. Más que diagnóstico es una verdad de a kilo que la partidocracia se resiste a admitir… y menos en estos tiempos revueltos.
En vísperas de una jornada electoral compleja e incierta, que moverá los ánimos de la cuarta parte de los votantes del país, en Nayarit, Coahuila, y sobre todo en Veracruz y el Estado de México, se pueden vislumbrar con claridad el volumen, el tono y las posturas radicales de quienes competirán por la Presidencia de la República en 2018.
Tenemos, sí, diversas visiones, ofertas polarizadas, pero ninguna a la altura del cambio que demanda la realidad del país.
Andrés Manuel López Obrador no intenta remover las entrañas del monstruo. Para el líder de Morena, el actual modelo de partido hegemónico funciona, la nave flota, todo es cuestión de colocar como timonel a un hombre virtuoso como él. ¿Gatopardismo puro (cambiar todo para que todo siga igual)?
Sin embargo, la realidad no es tan simple…
El modelo mexicano diseñado para el ejercicio y reparto del poder está agotado. Los partidos representan cada vez a menos ciudadanos; los gobernantes elegidos terminan por alejarse de los votantes; contraponen la codicia a los intereses de una sociedad harta de abusos.
Ante este panorama, Graco Ramírez, gobernador de Morelos, plantea una alternativa. Aterriza la vaga idea de formar un gran Frente Amplio Opositor, mencionado hace unos días por los líderes del PAN, Ricardo Anaya, y del PRD, Alejandra Barrales, para llamar a los partidos a que estén dispuestos a sumarse a la construcción de un gran acuerdo nacionalista, que cambie las reglas del juego político, lleve al poder la pluralidad y los contrapesos eficientes, forme gobiernos de coalición que permitan transitar la alternancia mediante un nuevo régimen político democrático, no autoritario, que incluya ideas de todas las tendencias, en el cual los integrantes del gabinete sean ratificados por el Poder Legislativo para evitar otro régimen de sospechosos favores, complicidades y compadrazgos.
“En el Frente Amplio Opositor cabrían los liberales de Movimiento Ciudadano (MC), PRD, PAN y algunos sectores del PRI que están a la expectativa de una salida que permita fortalecer la democracia para evitar la caricatura de un partido hegemónico, como los conocidos y por conocer.
Habla de la necesidad de refundar los partidos, no tirarlos a la basura; demanda un amplio ejercicio para acercar las ideologías a las necesidades de la población y alejar las tentaciones del mesianismo; dirige sus embates contra el peligro que significa López Obrador.
Explica que el mecanismo podría complementarse, entre otras muchas cosas, con la aprobación de la segunda vuelta electoral, pasadas las elecciones de 2018; “hacerlo antes sería una estupidez con dedicatoria al líder de Morena”. Agrega que la segunda vuelta electoral llevaría los comicios a una final, donde solo compitan los dos candidatos más fuertes, todo lo cual obligaría a los partidos a buscar acuerdos para lograr una agenda nacionalista de amplio espectro.
“Debemos tener claro qué queremos, cuales son las condiciones anheladas y las metas a cumplir”, remata el góber de Morelos, quien no descarta la idea de formar un partido surgido precisamente del Frente Amplio Opositor.
“Urge hacer el esfuerzo, aunque parezca monumental, aunque para ello, quienes hoy se dan con todo, deban mostrar madurez y dejar de pensar que sus adversarios son sus enemigos”.
“El país se construye sumando, no restando”.
Graco provoca…
EL MONJE INCRÉDULO: ¿Cuál será la reacción de López Obrador, luego de que Eva Cadena nos vino a contar un cuento sin pies ni cabeza? ¿Será imposible conocer la verdad verdadera de la “trilogía del moche”? Entre lo dicho por #LaRecaudadora de Morena, sus detractores y los oportunistas que sacan raja del megaescándalo, demasiados cocineros terminan por hacer mala sopa; tanta sal envenena. Detrás de la historia de Eva, que se tragó la manzana podrida, abruman la fantasía y la felonía.
@JoseCardenas1
josecardenas@mac.com
www.josecardenas.com
