La enseñanza del deporte es un todo integral y progresivo que no sólo busca el cultivo de habilidades y el perfeccionamiento del cuerpo, sino también el de la mente. Por su condición lúdica, es un recurso educativo, una diversión y un aprendizaje para la vida. Abarca no sólo el dominio de técnicas y destrezas, sino el de las reglas y principios que lo rigen. Su principal objetivo es el ejercicio físico, pero también contribuye al progreso intelectual. Incorporado a la educación, el deporte es más que una simple instrucción práctica. Supone la asimilación de valores éticos y morales en el más alto sentido. El líder pacifista Mahatma Gandhi (1869- 1948) decía: “Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino”.

El aprendizaje deportivo requiere disciplina y constancia. Un aforismo japonés dice: “Para tener la idea de un movimiento, hay que hacerlo mil veces. Para conocerlo, hay que repetirlo diez mil veces. Para poseerlo, hay que realizarlo cien mil veces”.

Está probado que el deporte satisface de muchas maneras el anhelo de superación. F. A. Vuillermet, en su libro La juventud y los deportes, dice: “El esfuerzo físico reglamentado talla y esculpe en nosotros el ser que llegará a tener la habilidad para saltar, manejar con destreza la raqueta o la barra, disparar un balón contra la meta; pero puede también elevar al hombre que siguiendo fielmente el reglamento, los métodos, los ejercicios, se prepara para realizar un ideal. El deporte exige no sólo esfuerzos, sino esfuerzos perseverantes… La constancia es la piedra de toque de la voluntad... Incluso admite los beneficiosos influjos del deporte en la inteligencia”.

En la esencia del deporte está también la necesidad de aprender a superar reveses, soportar el cansancio y sobreponerse. Acostumbrarse a enfrentar los retos ayuda al conocimiento de sí mismo, a ser responsable y a fortalecer la voluntad. En 1945, el papa Pío XII (1876- 1958), en un mensaje a los deportistas dijo: “El deporte es una escuela de lealtad, de valor, de sufrimiento, de resolución, de fraternidad universal, virtudes todas ellas naturales, pero que procuran a las virtudes sobrenaturales un fundamento sólido y predisponen para soportar sin debilidad el peso de grandes responsabilidades”. Feliz año 2016.

rjavier_vargas@terra.com.mx

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