Comparadores de precios, decálogos, convenios entre empresas y autoridades, acciones colectivas, reembolsos en dinero o productos y otras cosas podemos ver que se mueven en el mundo de los consumidores de casi todo tipo de bienes o servicios. Pero, quién defiende a las audiencias. ¿Cuántas veces hemos escuchado en un noticiero o programa que un producto milagroso ha sido descubierto y ahora comercializado por X farmacia y que ya puede uno conseguirlo con el nombre —digamos— de “curatodín”? ¿Es eso un mensaje comercial o una noticia? ¿Deben poder anunciarse preservativos en los cortes comerciales de los programas para niños? ¿Debe un locutor aclarar cuándo da una noticia y cuándo su opinión? Bien, pues finalmente estos y otros temas ya están regulados en los lineamientos que detallan y sistematizan los derechos de las audiencias y las obligaciones de los diferentes sujetos involucrados de respetarlos, protegerlos y garantizarlos; como le comenté en mi columna anterior, los lineamientos ya fueron aprobados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones y en estos días estarán publicándose en el Diario Oficial. Veamos en qué consisten.
Derechos de las audiencias. Los lineamientos incluyen un catálogo de derechos de las audiencias para radio y televisión (abierta y de paga), aquí algunos de ellos:
1. El respeto de los derechos humanos, el interés superior de la niñez y la igualdad de género.
2. Recibir contenidos libres de discriminación.
3. Ejercicio libre de los derechos humanos de información, libertad de expresión y recepción de contenidos.
4. Que la programación que se difunda, en el marco de la libertad de expresión y recepción de ideas e información, propicie la integración de las familias, el desarrollo armónico de la niñez, el mejoramiento de los sistemas educativos y el uso correcto del lenguaje, entre otros valores.
5. Recibir advertencias sobre contenidos que puedan perjudicar el libre desarrollo de la personalidad de las audiencias infantiles y sobre determinados contenidos que puedan resultar impropios o inadecuados para los menores de edad.
6. Recibir contenidos diarios que incluyan información sobre acontecimientos de carácter político, social, cultural, deportivo y otros asuntos de interés general, nacionales o internacionales.
7. Recibir información con veracidad y oportunidad.
8. Que se diferencie con claridad la información no ticiosa de la opinión de quien la presenta.
9. Que se aporten elementos para distinguir entre la publicidad y el contenido de un programa.
10. Recibir programación que incluya diferentes géneros que respondan a la expresión de la diversidad y pluralidad de ideas y opiniones que fortalezcan la vida democrática de la sociedad.
11. La no transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa.
12. Que la publicidad cumpla con los requisitos de clasificación, incluidas las franjas horarias.
13. Ejercer el derecho de réplica.
¿Quién revisará que se respeten los derechos? La autoridad que aplicará los lineamientos es el IFT, sin embargo, no puedo dejar de advertirle la confusión que nos obsequiaron nuestros legisladores —para variar— en la reforma en telecomunicaciones, en torno a la competencia de autoridades en temas de derechos de las audiencias, en ciertos casos hasta nos propinaron la doble ventanilla, así que sería recomendable que el legislador le echara un vistazo a la ley y enmendara estas confusiones y sinsentidos que parecen estar diseñados para contener/negociar ciertos temas desde el gobierno federal en lugar de despolitizarlos, aunque sea un poco, al pasarlos al IFT, que es un organismo autónomo.
Mecanismos para el cumplimiento. Los lineamientos establecen diversos mecanismos orientados a que las audiencias puedan ejercer sus derechos: la obligación de inscribir ante el IFT códigos de ética, contar con defensores de las audiencias, ordenar la suspensión precautoria de las transmisiones, campañas de alfabetización mediática, sanciones económicas, entre otros. Existen diversos sujetos obligados: los concesionarios de radiodifusión (públicos y comerciales), los de televisión de paga (cable o satélite), los programadores de multiprogramación, los programadores de tv de paga, las autoridades. Los tres primeros deberán contar con códigos de ética que normen su relación con las audiencias y que contengan los elementos mínimos que mencionan los lineamientos. Adicionalmente, debe existir un defensor de las audiencias para el caso de la radiodifusión a efecto de intercambiar con la empresa o entidad que maneja el medio de comunicación sobre los comentarios o quejas que tengan los radioescuchas o televidentes en relación a una posible violación a sus derechos.
De igual manera, el IFT podrá ordenar la suspensión precautoria de las transmisiones de aquellos contenidos que considere que violentan los derechos de las audiencias. Esto se hará a través de un procedimiento bastante expedito que se llevará a cabo frente a un comité conformado por tres comisionados del IFT nombrados por su Pleno. Este punto será sin duda uno de los más polémicos porque algunos dirán que hay una línea delgada entre esta suspensión y la censura previa, aunque creo que los lineamientos protegen debidamente a ambos: la libertad de expresión y a las audiencias.
Obviamente para el correcto ejercicio de los derechos se requiere de información, por ello los lineamientos prevén la existencia de campañas de alfabetización mediática a cargo del propio Instituto, a efecto de difundir a las audiencias sobre sus derechos y la forma en que pueden ejercerlos. También existen derechos para como el subtitulaje oculto, el doblaje al español o el lenguaje de señas.
En el caso de estos lineamientos, como en todos los demás casos de una nueva regulación, habrá que enfrentarse a la resistencia natural de los grupos obligados, así como de otras fuerzas. El Instituto, a través de su Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales a cargo de la Ingeniera María Lizárraga, deberá poner en marcha esta nueva regulación 30 días hábiles después de su publicación, es un reto monumental que deberá comenzar a dar frutos en 2017. Bienvenidos estos lineamientos.
EN LA SOBREMESA. Se acaba otro año. Con sabores dulces y amargos en el sector pero con avances importantes. Al menos esto se mueve. Agradezco, como todos los años, su complicidad y cercanía. El 2 de enero iniciaré el año ofreciéndole un recuento de lo sucedido en 2016 y lo esperado para 2017 en materia de telecomunicaciones.
Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana.
Esta columna refleja la posición personal de la autora.
Twitter: @soyirenelevy