El fantasma de las lesiones se vuelve a hacer presente para los Cowboys de Dallas, quienes apenas asimilaban la pérdida de Dez Bryant —estará fuera de 10 a 12 semanas—, y ahora tendrán que hacerle frente a la baja, nada más y nada menos que de su mariscal de campo, Tony Romo.

Poco fortuita resultó para el QB la acción en la que Jordan Hicks lo derribó provocando que todo su peso cayera sobre su hombro y le fracturara la clavícula. El rictus de dolor nos adelantó la gravedad de la situación. No hubo más minutos para Romo.

Desafortunadamente, la victoria sobre las Eagles de Filadelfia supo amarga, no se disfrutó, ni se festejó; perder al hombre que comanda la ofensiva no es poca cosa. Sin embargo, me parece que el resultado hay que agradecérselo a Sean Lee, ya que la defensiva se comportó a la altura e impidió que el partido se saliera de control.

Tal y como en 2010, Tony Romo volvió a ser víctima de la fuerza muchas veces desmedida, pero necesaria, con la que se disputan los partidos, al lastimarse el mismo hombro.

Aunque existe la posibilidad de contratar a alguien que cubra su ausencia, pues ya se habla de que Tim Tebow estaría en la mira, el que por ahora deberá prepararse a conciencia para suplirlo será Brandon Weeden, quien tendrá que cargar sobre sus hombros con la encomienda de hacer brillar a la ofensiva de Dallas.

Hay que decirlo, no es precisamente un hombre que haya destacado desde que fue reclutado en la primera ronda del Draft del 2012. Incluso, no pudo ganarse la confianza del head coach de Cleveland y tuvo poca participación como titular.

Sus números no son los mejores, definitivamente le falta mucho para acercarse al nivel de Ro mo, pero lo que tiene a su favor es conocer de fondo las exigencias de jugar para un equipo de la jerarquía de los Vaqueros; eso sí, la presión será mucha para este hombre que en su pasado incluso jugó beisbol profesional.

Mal y de malas, los Vaqueros le harán frente a un obstáculo más, uno de tantos que le han impedido en los últimos años recuperar su legado ganador. Y es que a pesar de ser una de las franquicias más exitosas de la NFL y con un gigantesco número de seguidores no sólo en la Unión Americana, a Dallas le ha costado de sobremanera volver a ganar. Veinte años suma ya sin hacerse del campeonato de conferencia y 19 sin conseguir el Vince Lombardi.

Twitter: @InesSainzG

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