Al momento de dejar caer estas teclas (antes de la quinta corrida), la buena presentación de los toros ha sido lo positivo en la Temporada Grande en la Monumental Plaza México.

Con excepción del encierro de El Vergel, terciado y pobre de cara, los de Bernaldo de Quirós, Xajay y José Julián Llaguno han cumplido perfectamente en términos de edad, presencia y trapío.

En el caso específico de los imponentes bureles de Llaguno, resulta fundamental establecer que los “josejulianes” se cuecen aparte, pues eran animales españoles con un volumen mayor al del toro mexicano. Por consiguiente, es un error aspirar a tener ese tamaño de toro en lo que resta de la campaña. Aunque la empresa está buscando las camadas más adelantadas en cada una de las ganaderías anunciadas, será imposible hallar ejemplares como los arriba mencionados.

Es evidente que el bolsillo del aficionado ha resentido el experimento de las corridas seguidas en sábado y domingo, debido a la falta de costumbre para ir a los toros en el sexto día de la semana y el aumento de los precios de los boletos. Es menester que la nueva empresa haga un replanteamiento de este formato para la parte complementaria de la campaña, en los meses de enero y febrero.

Por lo que toca a los toreros, hay que destacar la exquisita faena de Manzanares a un manso de Bernaldo en la inauguración; un trasteo macizo de Joselito Adame con uno de Xajay en la segunda fecha, y las excelentes faenas de Fermín Rivera, un torero académico que detesta las chabacanerías, y de un avanzado y avezado Sergio Flores con un buen toro de El Vergel en la cuarta función.

Lo más granado del ganado. Se presentó el libro Los Núñez de Tarifa, de la Ilustración a la globalización’, de Francisco Núñez Benjumea. Los primeros Nunes, así sin “ñ”, se establecieron en Jerez de la Frontera en la segunda mitad del siglo XVI. Venían de Viseu, al norte de Portugal. El apellido se españolizó, convirtiéndose en Núñez.

En la cuidada edición de pasta dura, dotada de copiosa iconografía y profunda labor de investigación, Curro relata con amenidad todo la historia de sus antepasados, hasta llegar a sus abuelos Joaquín Núñez y Margarita del Cuvillo. Muchos de sus antecesores fueron grandes aficionados a los caballos, la garrocha y el toreo.

Carlos Núñez Manso empezó a sumar grandes triunfos entre los años cuarenta y ochenta del siglo pasado, con faenas inolvidables de “Manolete”, Pepín Martín Vázquez, Carlos Arruza, Fermín Rivera, Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Paco Camino y el “Cordobés”, entre otros.

Finalmente, Joaquín Núñez del Cuvillo. Esta divisa gaditana con divisa verde, blanco y rojo, es hoy por hoy una de las más importantes y solicitadas del mundo. Sus toros han sido materia prima de grandes piezas de “Paquirri”, “Espartaco”, Ortega Cano, Curro Romero, Enrique Ponce, Manzanares, Morante, José Tomás, “El Juli”, Juan José Padilla y Alejandro Talavante, por mencionar algunos.

En mayo de 2011, Manzanares hijo indultó a “Arrojado” de Núñez del Cuvillo en Sevilla. Desde 1965 no se decretaba el perdón de la vida de un toro en La Maestranza.

¡Enhorabuena por tan interesante publicación!

heribertomurrieta65@gmail.com

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