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Simone Biles ya ganó sus dos primeras medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Fue en la final por equipos del martes pasado en una repleta Arena Olímpica y este jueves en el “all-around”. La gimnasta de Estados Unidos tuvo el tino de elegir música de samba para realizar su rutina de piso y así contagiar de alegría al rítmico público brasileño y ganarse sus corazones.
Se espera que Biles conquiste otras cuatro medallas de oro en estos sus primeros Juegos y marque un antes y un después en la historia de la gimnasia artística, con una forma nunca vista de interpretarla.
Tras ser rescatada por sus abuelos ante la adicción de su madre a las drogas y el alcohol (que la tenía destinada a una infancia malograda y pavorosa en Ohio), Simone empezó a practicar gimnasia a los 7 años de edad bajo la tutela de Aimee Boorman, convertida en su segunda madre. Un desarrollo formidable le hace llegar a Río como tricampeona mundial.
Simone es diferente a las grandes estrellas del pasado. Para empezar, porque a diferencia de aquellas figuras europeas como la grácil rumana Nadia Comaneci, de figura menuda y estilizada, ella es una acorazada de bolsillo afroamericana, bajita, compacta, musculosa y con una gran potencia de piernas para alcanzar una altura impresionante en el piso y el salto de caballo. Un nuevo fenotipo de gimnasta ha llegado.
Con su gimnasia explosiva y su agudísima capacidad de orientación espacial, que le sirve para no perder la noción del sitio donde ha de caer para inmediatamente seguir “rebotando”, está revolucionando su deporte de una manera sensacional. Tiene tanta potencia que necesita correr menos que sus colegas de una esquina a otra del piso para ganar impulso, lo cual le permite incluir más acrobacias por rutina, algo completamente nuevo en este maravilloso deporte.
Le esperan tres finales más: el domingo en el salto de caballo, el lunes en la viga de equilibrio y el martes en el piso. Esto quiere decir que, si todo le sale como hasta ahora, el día 16 habrá cosechado cinco preseas de oro, convirtiéndose en una nueva leyenda de su deporte, con muchas justas olímpicas por delante.
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