Heriberto Murrieta

Trastada charrúa

26/05/2016 |00:50
Redacción El Universal
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La Asociación Uruguaya de Futbol reclutó sin miramientos a Carlos Sánchez para iniciar sus entrenamientos de cara a la Copa América Centenario, negándole así la posibilidad de jugar la final del balompié mexicano contra el Pachuca. Una auténtica trastada, si consideramos que a otros futbolistas uruguayos (los que militan en ligas europeas) sí se les permitió reportarse con el equipo celeste hasta dentro de unos días.

Carlos Sánchez fue quizá el mejor jugador del torneo que está por terminar, el hombre que aporta la dinámica en el medio terreno de los Rayados, con un derroche físico impresionante. Hoy por hoy, no existe en el Monterrey un jugador que se le pueda equiparar. Por eso es una baja durísima para el técnico Antonio Mohamed en los partidos de hoy y el próximo domingo para definir al campeón de Liga.

El hecho de que el primer partido de Uruguay en la Copa América sea precisamente contra México da a pensar en una maniobra sucia, de mala fe, en contra del futbol mexicano.

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Vergonzoso. Después de tener el partido tranquilamente dominado, los Pumas del Universidad se vieron alcanzados y luego eliminados en penaltis por el Independiente del Valle de Ecuador.

Adiós Copa Libertadores. ¿Este es el equipo que dejó fuera al River Plate?, me preguntaba durante el tránsito del juego en Ciudad Universitaria, cuando los ecuatorianos no eran ni chicha ni limonada. Pero forzaron los penaltis y la historia acabó mal para los felinos. Lo vergonzoso es que este equipo independentista tiene únicamente tres extranjeros en su plantilla y su nómina es apenas 30% de la de Pumas. Un descalabro espantoso para el equipo del Pedregal.

Esto nos lleva a pensar que no es con el número ilimitado de extranjeros por equipo que permite la flamante y aberrante regla 10-8 como podrá mejorar la calidad de nuestro futbol. De hecho, es un claro retroceso para la Liga. Al tiempo.

Idolatría rojiza. ‘El Canelo’ Álvarez ya es un ídolo de millones. Lo pude constatar el miércoles pasado al cubrir para ESPN sus actividades en la ciudad de Monterrey, que incluyeron una reunión privada con el gobernador Jaime Rodríguez, la reapertura de un gimnasio en la humilde colonia Independencia y una cena con clientes del grupo financiero que maneja Carlos Bremer, entusiasta apoyo de la carrera del pugilista. Tras visitar al ‘Bronco’, hubo tiempo de sobra para rememorar sus últimas broncas, la más reciente el sábado antepasado ante el británico Amir Khan, donde tuvo el gesto leal de arrodillarse ante su oponente para auxiliarlo tras la derecha de fuego con la que lo mandó a la lona.

Y no sólo llama la atención la idolatría (había que ver la impresionante cantidad de gente que se agolpó a las puertas del gimnasio para saludarlo), sino también la ubicación que distingue al jalisciense. Lo tiene claro. No se deja mangonear. Sabe lo que quiere. Y algo muy importante: se ha negado tajantemente a frivolizar su carrera, rechazando insistentes ofrecimientos banales como aquellos de convertirlo en “actor”, que podrían distraerlo de su actividad deportiva.

heribertomurrieta65@gmail.com