Adrián González es el deportista mexicano mejor pagado del mundo. Mejor remunerado que estrellas del futbol como Javier ‘Chicharito’ Hernández o Giovani dos Santos, quien ha recalado en el balompié de Estados Unidos por una fuerte suma de billetes verdes.

El contrato de Adrián es de 160 millones de dólares por ocho temporadas. Esto equivale a un salario de 20 millones de dólares por campaña con los Dodgers de Los Ángeles.

Adrián nació en San Diego, pero a la semana de nacido, su familia se lo llevó a Tijuana, Baja California. Ahí vivió hasta que cumplió 10 años de edad.

Después del inconmensurable Fernando Valenzuela, es el pelotero mexicano más querido en la región angelina, donde viven millones de paisanos.

En ocho de sus recientes 10 temporadas alcanzó 100 o más carreras producidas y en 2014 fue líder en ese apartado nada menos que con 116.

Desde hace unos años, el famoso ‘Titán’ hace su preparación antes de la temporada con boxeo. Es el único pelotero mexicano de posición (primera base), porque en realidad, los demás connacionales son lanzadores.

El domingo pasado en Los Ángeles tuvimos el gusto de conocerlo durante la firma de la alianza estratégica que realizó con el grupo financiero que dirige ese gran impulsor del deporte mexicano que es el empresario regiomontano Carlos Bremer. Carlos y González, filántropos por naturaleza, han creado valiosas sinergias para apoyar la educación de niños y jóvenes mexicanos.

Asombra la sencillez de Adrián. Los millones de dólares no han cambiado en lo absoluto a este hombre fornido de elevada estatura, barba tupida y discurso fluido. Antes al contrario, el sonido de la caja registradora no ha hecho sino avivar su deseo de ayudar a México. Cordial con todos los que le pedían firmar pelotas, se dio tiempo para convivir sin prisas ni atisbos de petulancia. ¡Cuántos futbolistas con sueldos mucho más bajos se tornan insoportables a primeras de cambio!

En lo estrictamente deportivo, también ha mostrado su apoyo a México al responder afirmativamente cada vez que es convocado para defender la franela de la Selección en el torneo eliminatorio del Clásico Mundial de Beisbol, caso muy diferente al de otros atletas como el basquetbolista Eduardo Nájera, a quien literalmente había que rogarle para que defendiera la camiseta nacional.

Durante el viaje relámpago a California entramos al estadio de Chavez Ravine y saludamos a Fernando Valenzuela. De trato afable, el bienamado ‘Toro’ de Sonora nos hizo recordar aquellos años en los que surgió la ‘Fernandomanía’, al calor de sus grandes victorias en los primeros años 80.

México se paralizaba para ver a Fernando a través de la televisión en aquellas inolvidables transmisiones que realizaban Pedro ‘El Mago’ Septién, Jorge ‘Sonny’ Alarcón y el entonces brillante novato Antonio de Valdés.

heribertomurrieta65@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses