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Si bien es cierto que meter con calzador a Cuauhtémoc Blanco en un partido oficial para decir adiós a las canchas fue una decisión extremadamente polémica, lo cierto es que el retirado crack correspondió a la enorme expectación que había generado su reaparición-despedida con la camiseta del equipo de sus amores.
El genio frotó la lámpara. Dio espectáculo. Se quitó a dos hombres del Morelia y estuvo a punto de marcar un golazo de antología. No es necesario pegarle fuerte al balón cuando se tiene el divino tesoro del toque. Fue así como ‘Cuau’ bombeó el esférico, que describió una parábola pasmosa y besó el travesaño cuando ya había superado la estirada del portero Rodríguez. Si lo mete, se cae el estadio. Cuauhtémoc Blanco es el jugador más fascinante que nos ha tocado ver en los últimos años. Con el balón en sus botines, cualquier cosa podía pasar, hasta atenazarlo sorpresivamente en la chapulinesca ‘cuautemiña’.
Después, la vuelta olímpica con los vítores del público que lo percibe cercano, lo siente uno de ellos. Lágrimas en los ojos de muchos, menos en los del agasajado, que permanecía imperturbable, con el gesto adusto.
Y más tarde, vuelta a la realidad, a la escalofriante imagen de un ídolo del futbol canchas que se ha metido en la camisa de 11 varas de la política, para la cual no nació, y que tiene que ser escoltado por militares en despliegues aparatosos por las calles. Ver a soldados fuertemente armados custodiándolo nos hace captar la magnitud y los riesgos de su cargo de presidente municipal cuernavaquense. Y también nos lleva a lanzarle una pregunta: ‘Cuau’, ¿en dónde te fuiste a meter?
Vela hace “méritos”. Carlos Vela está haciendo todo lo necesario para salir de la Real Sociedad. Tras jugar los 90 minutos el domingo pasado contra el Levante, voló a Madrid para presenciar el concierto de Chris Brown y a la mañana siguiente, según la versión de Mundo Deportivo, se quedó dormido y no tomó el avión de regreso a San Sebastián.
Los jugadores de la Real no pueden desplazarse a otra ciudad sin avisar al club. La intención del equipo donostiarra es imponerle una multa de 20 días de salario al delantero mexicano, el mejor pagado de la plantilla blanquiazul. Hay veces que tocar el bolsillo del jugador es la única salida.
No es la primera vez que Vela comete actos de indisciplina o incurre en rarezas como aquella de negarse a jugar un Campeonato Mundial, el máximo escaparate para todo el que juega futbol. En 2010 fue suspendido seis meses sin jugar con la Selección y obligado a pagar 50 mil pesos por participar en una fiesta con prostitutas en el hotel de concentración del equipo nacional en Monterrey.
Por lo visto, sigue faltándole buen asesoramiento. Alguien que le diga que es un privilegio ser el jugador mejor pagado de su equipo y que le haga ver que la vida del futbolista es corta. Si lo que quiere es recalar pronto en la Liga de Estados Unidos, es su derecho, pero estará conformándose con cumplir una etapa apenas regular en el futbol de Europa, desperdiciando su indiscutible potencial.
heribertomurrieta65@gmail.com