La indisciplina le pasó factura al América y el responsable directo es el técnico Ignacio Ambriz.
La escuadra águila se quedó en la orilla en la ‘Fiesta Grande’ del certamen que acaba de terminar y no alcanzó el objetivo de enfrentar al Barcelona en el Mundial de Clubes, tras perder su primer partido el domingo anterior en territorio japonés.
Sin duda, Nacho es un buen entrenador mexicano. Ahí está el funcionamiento del Querétaro hace no mucho tiempo y más recientemente el del América, para confirmarlo. Pero se le ha indigestado el renglón disciplinario.
Algunas fuentes aseguran que hace un tiempo permitió que del camión donde viajaba el equipo Guadalajara bajaran algunos jugadores para comprar cervezas y tomarlas a bordo, episodio que llegó a oídos del propietario Jorge Vergara, quien hizo caer la guillotina sobre su cabeza. En el Querétaro, Nacho estaba profundamente incómodo con la presencia de Ronaldinho, juerguista de antología. Le costó mucho sobrellevar la situación y se vio obligado a alinearlo, en contra de su deseo. No logró controlar al brasileño.
El pasado campeonato se hizo más evidente su escasa regulación de la disciplina. Lluvia de tarjetas amarillas y rojas y hasta un pleito entre dos jugadores en un entrenamiento revolvieron las aguas. Sambueza fue como un chivo en cristalería, a quien nadie logró meter en cintura. Para colmo, apenas el domingo pasado, el propio Rubens y Darwin Quintero riñeron en pleno partido contra el Guangzhou. Quintero dio un cabezazo leve, pero cabezazo al fin, al atacante argentino. ¡Intolerable!
Todo esto sin contar que su presidente Ricardo Peláez no pudo reprimir la tentación de invadir terrenos tácticos a voz en cuello en el desolado estadio de Osaka. Un mísero quinto lugar es poca cosa para un equipo tan grande y con un presupuesto tan elevado. A pesar de todo ello, los números de Ricardo Peláez y el trabajo de Ambriz respaldan la continuidad de ambos en Coapa. Ricardo lleva cuatro años de indiscutible éxito.
Atinó en la contratación de Miguel Herrera y Antonio Mohamed, con quienes se lograron sendos campeonatos de Liga, y lo convirtió en el equipo más ganador de títulos en la historia del futbol mexicano. Especialmente con Herrera, el América recuperó su mística ganadora y el futbol espectacular.
Además, el conjunto amarillo no fue inferior que Pumas en los dos partidos de las recientes semifinales; de hecho superó ampliamente al 11 universitario en largos tramos de los dos cotejos, pero a final de cuentas, su desempeño no le alcanzó para acceder a la gran final.
Ahora bien, si se decreta su permanencia deberán poner especial énfasis en no permitir la mala conducta que derivó en la costosa indisciplina táctica. Ambriz deberá aprender a encauzar debidamente el espíritu de lucha de sus jugadores, si aspira a hacer un buen torneo de Clausura 2016.
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