Por lo general, el técnico interino de un equipo de futbol es un estratega de bajo perfil, un hombre institucional dispuesto a asumir el cargo por unas cuantas horas. Por eso resulta insólito que un profesional de la talla de Ricardo Ferretti haya aceptado dirigir de pisa y corre a la Selección Nacional. Únicamente estará en la banca en cuatro partidos, tres amistosos y el definitorio del pase a la Copa Confederaciones.

Desde el barrendero hasta el bombero, el famoso ‘Tuca’ fue de extremo a extremo en el espectro de los personajes de Mario Moreno ‘Cantinflas’. El brasileño, que en 2008 prefería la posibilidad de empuñar escobas que ser entrenador de la Selección Nacional y dos años más tarde manifestaba sentir “güeva” ante la remota idea de dirigirla; el gruñón encantador que se negó sistemáticamente a comerse el pastel completo, sorpresivamente ha aceptado una de sus rebanadas. Desdeñó lo que ahora abraza. Dijo y se contradijo. “Más pronto cae un hablador que un cojo”, tuvo que reconocer. Ferretti reúne capacidad, inteligencia táctica, personalidad y galardones para ser el técnico fijo de la Selección, no sólo un ave de paso al frente del conjunto nacional.

Ha sido el propio carioca quien se decantó por el interinato. La estadía temporal significa que, entre dos concentraciones y cuatro partidos, tendrá 15 o 16 días efectivos de trabajo con la Selección y luego regresará a los Tigres. Un paso efímero que en principio sabe a poco y que, para efectos del enésimo intento por implantar una impronta en la Selección, parece que será de poca utilidad. A propósito, el estilo de Ricardo es más bien ordenado y hasta cierto punto conservador. No es de ninguna manera un técnico ultra ofensivo.

Hoy aparecerá su primera lista de convocados. No sería extraño que aparecieran los nombres de por lo menos dos jugadores de Tigres, que deberán presentarse junto con los demás jugadores en la primera concentración de este domingo.

¿Existe alguna posibilidad de que se termine quedando como entrenador permanente de la Selección?, le pregunté a Alejandro Rodríguez, presidente de los Tigres. “Esa libertad que le damos a Ricardo es una calle de doble sentido. Si él nos hubiera expresado esa posibilidad, me sentiría obligado a buscarle un sustituto y no lo estoy haciendo. Es muy importante que esto quede claro: el club Tigres es nuestra responsabilidad única. Estamos cien por ciento seguros y confiados con él. No nos guardamos secretos. Nos reunimos cada semana y estamos muy tranquilos de que el miércoles 14 de octubre estará de regreso con el equipo”, respondió el ingeniero.

Por lo pronto, un nuevo bomberazo empapa los muros de un proceso de la Selección Nacional. La estabilidad y los proyectos de largo plazo siguen brillando por su ausencia, y eso se refleja inevitablemente en el funcionamiento del equipo en la cancha. La rotación de técnicos debe pararse ya, si se quieren resultados positivos consistentes.

Si el Tri fracasa en estos cuatro partidos, hasta un raspón inesperado sacará Ricardo. Pero si conquista el pase a la Confederaciones jugando bien al futbol, ya estoy escuchando el clamor de la afición: “¡Que se quede, que se quede...!”. Y entonces ‘Tuca’ entrará en la
disyuntiva más grande de su vida y buscará en los campos del CAR una margarita qué deshojar.

heribertomurrieta65@gmail.com

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