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Temprano, una llamada de Ricardo Monreal, jefe delegacional en Cuauhtémoc, en relación a la columna publicada ayer en este espacio: Partidos incubaron a narcomenudistas en Condesa y Escandón.
Monreal afirma que, a través de trabajos de inteligencia, personal de la delegación Cuauhtémoc ha logrado comprobar que en un edificio de la calle Benjamín Hill “tomado” desde hace años por la Asamblea de Barrios opera un grupo dedicado al narcomenudeo.
“Hemos constatado la existencia de un grupo peligroso, conocido como Los Claudios. Hemos recogido las denuncias y las quejas de los vecinos, hemos solicitado varias veces la intervención urgente de la Procuraduría capitalina, y tengo aquí a la mano pruebas de ello. Pero hasta el momento no hemos obtenido respuesta”, dice el delegado.
Por la tarde recibo un documento. El oficio DCJ/090/2016 que Monreal envió el 4 de febrero de 2016 al procurador capitalino Rodolfo Ríos:
“Solicito su intervención URGENTE para combatir los hechos delictivos que se han venido desarrollando con un incremento desmesurado en la calle de Benjamín Hill, en los números marcados con el 12 y 216, a fin de llevar a cabo el desalojo de dichos predios, ya que se tienen infinidad de denuncias por los delitos de robo a transeúnte, narcomenudeo y extorsión, cometidos por la gente que habita en esos puntos y se hace llamar ‘Asamblea de Barrios’ y Los Claudios”.
Al oficio enviado al procurador lo acompañó un anexo titulado: “Incidencia delictiva en los últimos dos meses”. Se trata de un compendio de averiguaciones previas levantadas entre diciembre de 2015 y enero de 2016. El común denominador es que todos los delitos denunciados ocurrieron en Benjamín Hill.
En ese lapso, según el anexo, sucedieron en esa calle dos homicidios por arma de fuego. En ese lapso, dos personas fueron heridas a bordo de autos. En ese lapso fueron asaltados taxistas y conductores de camiones repartidores. Robaron coches y autopartes. Fueron allanados departamentos. Asaltaron negocios y consultorios médicos. En esos dos meses varios peatones fueron despojados de sus pertenencias: “Llega un sujeto del sexo masculino, me jala del cuello y me pidió que me tirara al suelo…”.
El documento enlista 28 delitos registrados en Benjamín Hill. Entre ellos, la persecución de diciembre de 2015 que culminó frente al edificio de Benjamín Hill número 12 con un hombre muerto y con el hallazgo de 90 sobres de cocaína.
“La delegación carece de elementos para enfrentar una situación así —dice Monreal—. Esa tarea corresponde a la Procuraduría y a la Secretaría de Seguridad Pública”.
En la columna en cuestión señalé que después de haber surgido a la vera del PRD como una organización defensora de la vivienda, Los Claudios habían roto con el partido del sol azteca y “ocupado” edificios de la delegación Miguel Hidalgo luego de pactar con la jefa delegacional Gabriela Cuevas. El grupo se ha apoderado de varios inmuebles de la colonia Escandón.
También Cuevas se deslindó de Los Claudios. En una llamada telefónica señaló que como delegada tuvo interlocución con grupos de muy distintos espectros ideológicos, pero “nunca con narcomenudistas o grupos que estuvieran fuera de la ley”.
En una carta, que puede consultar en el vínculo que está al final de esta columna, la ex delegada rechaza “que el gobierno que encabecé en Miguel Hidalgo haya auspiciado, solapado, o en modo alguno fomentado el crecimiento de bandas delictivas de cualquier género” y lamenta que el marco jurídico de la ciudad asigne “las funciones de seguridad pública al gobierno central, el cual fue (y sigue siendo) ineficiente para proteger a las familias en su integridad y patrimonio”.
“El crecimiento del narcomenudeo en la ciudad no puede ser confrontado jurídicamente por los gobiernos delegacionales”, explica.
Lo cierto es que el grupo ligado en sus orígenes al PRD capitalino se transformó en un grupo de choque que ha prestado sus servicios al PAN y al PRI, y que hoy se halla inmiscuido —en Cuauhtémoc y en Miguel Hidalgo— en actividades de narcomenudeo y extorsión: en actividades de la delincuencia organizada.
Están ahí porque alguien se los permitió. Porque alguien nos los heredó.
Carta de Gabriela Cuevas a Héctor De Mauleón (Da click aquí)
@hdemauleon
demauleon@hotmail.com