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La Comisión Disciplinaria sancionó económicamente al presidente del Pachuca, Jesús Martínez, luego de que el sábado ingresó al vestuario de los árbitros, al final del partido que su equipo perdió en casa ante el América.
Todo lo escrito en el párrafo anterior es un ejemplo más de cómo los integrantes de la Comisión Disciplinaria se pitorrean de los reglamentos que ellos mismos aprueban y de cómo castigan según la playera o el personaje. Es una lástima, porque solamente se pierde más y más el respeto a una autoridad que, de por sí, se dice que es un títere a la orden de los intereses de unos cuantos.
Antes, el Pachuca envió un comunicado en el que justificó la presencia de su propietario en el cuarto de los silbantes. El argumento, tan risible como la sanción, fue que saludó a César Ramos y el resto del cuerpo arbitral, que no hubo reclamos y hasta da a entender que este tipo de prácticas son normales. Entonces, ¿si haces cosas buenas que parecen malas, también se sanciona? Si sólo hubiera sido un saludo, no existiría castigo.
Pero no es normal que el dueño de un equipo vaya a ver a los árbitros del partido que acaba de perder. Lo normal, en todo caso, sería que los fuera a “saludar” antes. Lo ideal sería que ni siquiera se asomara por el vestuario de los silbantes. No nos hagamos tontos, si bajó fue para reclamar, como en alguna ocasión Andrés Fassi, del mismo grupo, se le fue encima a Fernando Guerrero tras un partido ante Santos, por lo que fue sancionado económicamente y con cuatro meses sin poder ejercer sus funciones.
“Por violaciones al Código de Ética se le aplicó una multa de dos mil días de salario mínimo, más una suspensión de cuatro meses, a partir de que se notifique la presente resolución, en todos sus derechos y funciones como directivo en relación con su acreditación ante la Federación Mexicana de Futbol”, comunicó la Comisión Disciplinaria entonces.
A Fassi le importó poco la sanción y después lo vimos paseando por la cancha del estadio de los Mineros, pitorreándose de la supuesta autoridad.
Pero ahora todo quedó en sanción económica. Que quede claro, no deberían hacer este tipo de excepciones, porque a personajes como Fidel Kuri se les ha castigado fuertemente. El dueño del Veracruz se ha ganado esas sanciones, pero —cuando todavía era La Piedad— fue al vestuario de los árbitros a reclamar y lo suspendieron tres meses, ¿por qué no lo hicieron ahora? Son una vergüenza y demuestran que pesan los personajes y las playeras. Los federativos no se respetan y no hacen respetar los reglamentos, se manejan como mejor les conviene.
No hay quien ponga en orden esto, porque al final es un club de empresarios que, al poner su dinero en juego, hacen lo que quieren. Martínez debió ser sancionado y no sólo económicamente. Debió ser castigado con meses. Porque si fue a saludar, no lo hubieran castigado. Si no sólo fue a saludar, fueron unos blandos en el castigo y hoy otro dueño se vuelve a reír de ellos.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx