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Tenso, demasiado tenso el ambiente en la Selección Nacional, algo que no sucedía desde las ya lejanas épocas de José Manuel de la Torre. La cara de preocupación de los directivos, sumada a la del entrenador, hacía que la sala de conferencias de la Universidad de Phoenix viviera una tarde tensa. Decio de María debe tener un plan de contingencia en caso de que el equipo pierda ante Honduras.
Y le quito el adjetivo humillante porque no es necesario escribirlo, ya que cualquier derrota contra este equipo será humillante. Sea como sea el partido, sea como sea el funcionamiento, no importa si jugaron bien, regular o si rotó a diez, a once o a uno. El futbol mexicano no tiene permitido perder nunca contra una selección con tan escasa calidad, como la de Honduras. Y menos cuando es local como esta noche en el estadio de la Universidad de Phoenix.
Ayer lo decíamos y hoy se confirmó en la conferencia de prensa: Osorio, estilo político, sacó papeles, demostró fechas y responsabilizó a quien falló en esta negociación, al momento de ser cuestionado sobre el nulo apoyo de los clubes mexicanos. Indirectamente dio a entender que la gestión de la federación fue deficiente; el argumento fue sólido para volver a poner un pretexto en caso de una derrota contra los centroamericanos.
Pero más allá de los pretextos, de la tensión y un plan B de la federación, ¿de verdad Osorio, en caso de perder su tercer partido de eliminación directa de tres disputados, debe renunciar? En ese caso, debería entender que no fue el futbol mexicano su despegue como técnico internacional.
Y si Ricardo Ferretti va a ser de nuevo el salvador del futbol mexicano, ya debe estar negociado, apalabrado y autorizado por los Tigres. Y no como sucedió cuando despidieron a Miguel Herrera, cuando se tardaron demasiado en tomar la decisión. Además, es parte de la labor y las decisiones que deben tomar en una federación, siempre tener una opción preparada por si falla quien está al mando.
La Copa Oro se convirtió en un torneo muy tenso para la Selección, pese a todas las facilidades que brinda la Concacaf para llegar a la final en Santa Clara. Un calendario perfectamente diseñado para protegerse, con tres rivales de paupérrima calidad en el grupo, los cuartos de final y en caso de llegar a semifinal, contra equipos que no representan una amenaza, que solamente llegaría hasta la final contra Estados Unidos o Costa Rica (que jugarán la semifinal). Hasta en eso está fallando esta selección.
Lo único que es inentendible es que le pongan una gira de circo a un equipo de futbol, viajando de Houston a Seattle, San Diego, Denver, San Antonio, ahora en Phoenix y en caso de avanzar, a Los Ángeles y San Francisco. Muchas millas, poco espectáculo, cero futbol. Eso sí, las butacas siempre llenas.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx