Fidel Kuri tiene la razón: sólo porque es el Veracruz, lo critican por increpar a los árbitros, golpear a quien fuera su director del área técnica, y no respetar los reglamentos ni sanciones.

Pero no por eso está bien. La figura del árbitro está devaluada, es una imagen golpeada y que pocas, raras veces encuentra un defensor. Sus equivocaciones en el campo de juego son los primeros misiles para atacarlos. Están indefensos, pero no por eso, no son responsable y hasta comparsas en algunas ocasiones de todo lo que les pasa.

Hoy se señala a Jesús Martínez Patiño de ingresar al vestidores de los árbitros... a lo que usted guste y mande, lo que sea que haya sido, pero él no tiene y no tendría por qué estar ahí, jamás.

Pero ayúdenme por favor a recordar: ¿cuándo un árbitro ha señalado o denunciado las buenas “formas” o buenos “tratos” con los que los reciben cuando van a pitar a la Bella Airosa?

Se platican muchas cosas, pero nadie ha documentado lo que se cuenta del trato de la directiva de los Tuzos al cuerpo arbitral previo a los juegos como local del Pachuca. Gestos como obsequiarles canastas de arreglos frutales, darles un trato muy distinto al que reciben en otras plazas.

No es arreglar un partido ni mucho menos, pero la línea es muy delgada, no se ve bien, y ese es otro tipo de instancia en la que se trabaja, en la que se mueven, sin gritos, sin reclamos, sin sanciones, y que por lo menos, que yo haya leído o escuchado, no se reporta eso.

No se trata de tener más “Fideles”, o que todo lo que pase después se compare con las dantescas y cínicas escenas del dueño de los Tiburones y servidor público, sino que se respete a las instituciones. El gremio arbitral es una institución que, además de validación, exige respeto, y no, no nos confundamos, respeto no es falta de exigencia o crítica.

Técnicos y directivos buscan a gritos e insultos en los pasillos y vestidores validar sus reclamos a las decisiones arbitrales equivocadas de las que fueron víctimas.

Ambas partes necesitan trabajar para limpiar la imagen de un gremio que en este momento carece de la mejor de las imágenes. Es una obligación denunciar cualquier forma, expresión o método para amedrentarlos o condicionarlos, desde los insultos, la violencia y amenazas hasta los más sutiles regalos, dádivas, apoyos y tratos que reciban, y que no estén dentro de los protocolos.

futbol@eluniversal.com.mx

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