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Luego de la confirmación, en días pasados, del ascenso de México al octavo sitio en el ranking mundial de llegadas de turistas internacionales, he escuchado y leído posiciones diversas entre integrantes del sector sobre esta situación. Incluso, algunos de ellos han preguntado mi opinión al respecto, por lo que aprovecho este espacio para compartirla con todos mis amables lectores.
En función de los posicionamientos que he tenido oportunidad de conocer, me parece conveniente revisar cuatro aspectos: la verosimilitud de la información, el contexto del ranking para México, las implicaciones de alcanzar esta ubicación y el escenario futuro.
Así, en primer término, conviene recordar que la Organización Mundial del Turismo (OMT) que es la institución que compila la información de la actividad turística en el orbe, ha definido un conjunto de estándares estadísticos para el dimensionamiento del fenómeno, que son complementados con lineamientos de otras organizaciones, como es el caso del Manual de Balanza de Pagos del Fondo Monetario Internacional; los lineamientos de la OMT no son de cumplimiento obligatorio, pero al paso del tiempo son más o menos consistentes. No obstante lo anterior, en la integración del ranking turístico la OMT se limita a consignar lo que los países le informan; así, por ejemplo, no es exactamente lo mismo lo que reportan México, Reino Unido y Alemania, lo que en todo caso, no supone que nuestro país trate de manipular de alguna forma los datos. Dicho lo cual habría que agregar que, con ajustes estadísticos razonables en el tiempo, la información de nuestro país originada en el Banco de México es, en principio, bastante confiable y oportuna (lo que por cierto no pasa en todas las economías avanzadas; Estados Unidos, por ejemplo, reportó datos por última vez en noviembre del año pasado).
Al paso del tiempo y como parte de una fascinación colectiva, los países brindan excepcional atención a la publicación del ranking de la OMT y México no es la excepción; el tema alcanzó una gran visibilidad luego de que en 2010 nos ubicábamos en el décimo sitio y el gobierno anunciara que para 2018 llegaríamos al lugar número 5; paradójicamente, en 2011 caímos al 13, y en 2012 al 15. Sin duda, las cosas han funcionado bien en el actual periodo gubernamental y se han venido escalando posiciones cada año lo que hace que, nuevamente, al tema del ranking se le ponga una gran atención.
De esta forma, no tengo duda que México ocupa el octavo sitio en recepción de turistas en el mundo y el lugar 14 en ingresos, lo que me parece una buena noticia en tiempos de escasez de ellas y un reconocimiento explícito para una industria que brega contra enormes adversidades y con insuficientes apoyos; sin dejar de reconocer lo anterior, es por demás evidente, que falta mucho, mucho por hacer. En otros rankings relevantes hay evidencia de ello, como es el caso del Índice de Competitividad Turística de Davos, en el que México aparece en el sitio 30 (aunque también se han registrado avances), con importantes áreas de oportunidad en aspectos relacionados con la falta de certeza jurídica y la inseguridad; de igual manera, en la más reciente edición del Country Brand Index México aparece en la posición 55. Por otro lado, como hemos afirmado en este mismo espacio, seguimos teniendo un bajo gasto medio (menos de 900 dólares) que contrasta con el de su más directo competidor, Estados Unidos, en donde esta misma variable alcanza un valor cercano a los 3 mil dólares.
Finalmente, la pregunta obligada es si México puede avanzar en este ranking turístico. Mi opinión es que sí, en el corto plazo una posición, sin duda, y tal vez en unos tres o cuatro años otra más. ¿Es posible entrar en el top five? Yo creo que sí es posible, pero hacerlo supone cambios mayores en la dinámica del país en su conjunto. De mantenernos con las condiciones actuales de seguridad e infraestructura lo veo muy difícil. En todo caso, me parece que la prioridad debería estar orientada tanto en la atención a mantener nuestra cuotas de participación en los mercados actuales y, sobre todo, a cómo obtener mayores beneficios de cada uno de los millones de turistas internacionales que ya nos visitan. Fijemos la atención en las carteras, además de en las cabezas.
Twitter: @fcomadrid