Francisco Madrid Flores

El turismo se mantiene imparable

Es tiempo de preguntarse cómo hacemos para asegurar que la marcha se sostenga, cómo se puede consolidar a los destinos que están compitiendo en la actualidad y cómo se puede lograr una diversificación eficaz

13/06/2016 |00:58
Redacción El Universal
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Los datos del Banco de México para el primer cuatrimestre del año siguen mostrando el infatigable ritmo de expansión de la actividad turística en México, por lo que hace a su componente internacional.

De especial relevancia es el incremento en el ingreso de divisas por visitantes internacionales que muestra un crecimiento de 6.9% en relación con el mismo periodo del año pasado, situándose en 6.8 miles de millones de dólares (mmdd) lo que repercute, directamente, en un notable incremento de 16.1% en el saldo de la Balanza Turística que alcanza más de 3.7 miles de millones de dólares, cerca de 950 millones de dólares mensuales en promedio. Las cifras contrastan con las del resto de otros elementos de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos, debiéndose valorar justamente en este contexto en el que la Balanza Comercial reporta, en el mismo periodo, un déficit de 6 mil millones de dólares, la Petrolera uno de 3.7 mmdd y la Manufacturera tiene, también, un comportamiento deficitario, en este caso de 5.1 mmdd.

Estos resultados se derivan de un aumento en las llegadas de turistas internacionales (9.9%), en el que se incluyen crecimientos en el número de turistas no fronterizos (13.9%) y fronterizos (4.3%); ciertamente, han sido influidos por el debilitamiento del peso, y aunque el conjunto de los ingresos se sostiene con incrementos, como ya se mencionó, sigue siendo un reto importante el debilitamiento del gasto medio, que en el caso de los turistas no fronterizos –quienes contribuyen con 85% del total del gasto– es de 846 dólares (6.3% menos que en el mismo periodo del año anterior).

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Un aspecto a destacar es que nuestro principal mercado (Estados Unidos) sigue mostrando un comportamiento positivo, del que México está sacando beneficios crecientes; así, en los primeros cuatro meses del año las llegadas por vía aérea de residentes en aquel país siguen registrando crecimientos de dos dígitos (14.7%), con lo que somos el destino de viaje preferido por los norteamericanos, con una participación de mercado en el primer bimestre del año de 22.7%.

Por su parte, las variables de los pasajeros que llegan al país en crucero muestran descensos marginales, tanto en el volumen como en el gasto y en el gasto medio.

Parece muy importante insistir en que los magníficos resultados aquí presentados siguen perfilando al turismo como un eficaz instrumento de desarrollo; no obstante, es muy importante no acostumbrarse a ellos, ni asumir que este venturoso rumbo seguirá indefinidamente. El turismo no sucede por generación espontánea y se requiere una amplia colaboración pública privada para poder maximizar sus beneficios; hasta ahora se sigue cosechando, y qué bueno que así sea, lo que se sembró en el pasado, sin embargo, es tiempo de preguntarse cómo hacemos para asegurar que la marcha se sostenga, cómo se puede consolidar a los destinos que están compitiendo en la actualidad y cómo se puede lograr una diversificación eficaz, poniendo en valor más elementos de la extraordinaria oferta con la que cuenta el país.

Es cierto que el sector privado seguirá invirtiendo en la medida que la respuesta de la demanda siga siendo promisoria, a pesar de la competencia, y las condiciones para el desarrollo de la oferta se mantengan más o menos iguales; pero, es un hecho que el turismo da para mucho más y una eficaz política pública, que reconozca que el turismo es una locomotora del desarrollo social y económico, puede direccionar los beneficios a dónde el país los demanda con urgencia.

Sin duda, el turismo, calificado hoy como una estrella de la economía, tiene el potencial para dar mucho más de lo que en este, su mejor momento de la historia, le está dando al país. Pero esto no sucederá en tanto no se cambie la percepción de los tomadores de decisiones –públicos y privados– y de la propia opinión pública sobre la manera en que se le asignan recursos e instrumentos (no solo presupuestales, evidentemente). Si queremos que el turismo le da más al país, habrá que darle más al turismo.

Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía, Universidad Anáhuac México Norte.

Twitter: @fcomadrid