Al realizar un análisis del cierre 2015 de las llegadas de visitantes residentes en el extranjero reportados por el Instituto Nacional de Migración, es posible confirmar —aunque para ello, en realidad, no se necesite saber de física nuclear— que el turismo internacional se guía, fundamentalmente, por la geografía y por el comportamiento económico, habiendo un pequeño espacio para algunas excepciones. No se pretende minimizar con ello la importancia de la imagen, el trabajo de mercadotecnia y la calidad de la oferta turística, pero todos estos elementos, al final, están supeditados a los dos citados con anterioridad.

Es útil en este ejercicio recordar que a pesar de un entorno turbulento en todo el orbe, el número de turistas internacionales reportado por la Organización Mundial del Turismo al cierre del año, creció 4.4%, alcanzando un total de mil 184 millones; en tanto en México el incremento fue de 9.5% —más del doble de la tasa de crecimiento global— para registrar un histórico número de 32.1 millones.

Así, la combinación de la proximidad con el mercado y la recuperación económica confirman que Estados Unidos es, de lejos, la principal fuente de las corrientes turísticas para nuestro país. En 2015 vinieron a México 8.6 millones de residentes del país vecino: un notable aumento de 17.1% —seguramente con alguna influencia del reconocimiento de los efectos del diferencial cambiario—, es decir, 1.3 millones más que en el año anterior; de esta forma, la participación de este mercado pasó de 58.6 a 60.5%. Dos datos a tener en cuenta para dar contexto a esta cifra son el que, por un lado, somos el principal destino de viajes de los norteamericanos al captar 17.7% de sus viajes aéreos al exterior y, por otra parte, solo el volumen incremental de estos turistas —los 1.3 millones— son, prácticamente, los mismos que todos los que vinieron de los cinco principales mercados europeos (Reino Unido, España, Alemania, Francia e Italia). Es decir… es la geografía y la economía.

Siendo Canadá —razones geográficas de proximidad y clima— el segundo mercado (12% de participación en el total) y el Reino Unido el tercero (3.4% de participación), se confirma la tendencia de participación creciente del mercado centro y sudamericano —especialmente, el segundo— pues Colombia arriba a la posición cuatro (24.3% de aumento), Argentina se recupera y alcanza el quinto sitio y Brasil cae al sexto, con una esperada caída de 4.3%, luego de años recientes muy buenos. O sea, es la economía, aunque, pareciera tenemos una excepción pues es inusual el 41.8% de aumento de los argentinos.

España (7º), Alemania (8º) y Francia (9º) ocupan los siguientes peldaños y, por segundo año consecutivo Italia queda fuera del ‘top ten’, cediendo, en esta ocasión, este lugar a otros país sudamericano: Perú. La situación económica de Venezuela (13º) que llegó a estar en la décima posición en 2014 y de Rusia (15º) que ocupó el sitio 13 en 2013, se traducen en caídas del 36.6 y 68.9%, respectivamente.

La lista de los primeros quince mercados es completada por Chile (12º), Japón (14º) y Costa Rica (15º) que aparece por vez primera.

De lo que no se ve en este tablero, sobresale lo que pasa con dos mercados: uno sobrevalorado y otro, más bien desconocido. Desde 2003, el gobierno mexicano ha venido articulando diversas acciones de política pública y de coordinación con agentes privados para potenciar la demanda china —incluyendo innumerables viajes de delegaciones oficiales—, bajo la lógica de que este es el principal mercado emisor en el mundo —lo que es cierto, pues de 2005 a 2014 el gasto total de estos turistas en el mundo creció casi ocho veces, hasta alcanzar un valor de 165 mil millones de dólares—. No obstante, en 2015 México captó menos de 56 mil turistas residentes en China, los que han crecido a una tasa media anual entre 2012 y 2015 de 28.9%; en el mismo periodo, el mercado de Corea del Sur aumentó a la misma tasa para alcanzar un total de 67.9 miles turistas, sin que haya recibido una atención proporcional a la del gigante asiático.

La conclusión es que si bien el discurso de la diversificación de mercados suena bien, la geografía —al final— tiene un peso significativo. En el largo plazo México seguirá teniendo su principal mercado en los Estados Unidos. Se antoja que la diversificación debiera privilegiar el interior de este país, buscando atraer nuevos segmentos y nichos, buscando tanto aumentar el tamaño como la participación en el mercado.

Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac México.

Twitter: @fcomadrid

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