La creciente preocupación por la expansión de los casos de personas que han sido contagiadas por el virus del Zika en el mundo, no es ajena a los intereses del sector turístico de México y otras latitudes; esta preocupación se ha incrementado luego de que la Organización Mundial de la Salud —OMS— decidiera declarar, a principios de la semana pasada, que esta condición constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Y no es para menos, en el pasado se ha comprobado que el mercado turístico es en extremo sensible a amenazas de esta naturaleza y los daños para el sector pueden adquirir proporciones descomunales. En 2003 la epidemia del SARS concentrada, principalmente, en países de la cuenca del Pacífico, tuvo un efecto más grave sobre las llegadas de turistas internacionales en el mundo que los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001; tan solo en mayo de aquel año, el número de viajeros internacionales que arribó a Hong Kong se contrajo en un 68% y en el caso de Malasia la caída fue del 71%, Japón que no tuvo ninguna víctima fatal por este padecimiento, reportó un decremento de un 25% de sus visitantes foráneos en el mismo periodo.

En México en 2009 vivimos en carne propia el impacto destructivo para la actividad turística provocado por la epidemia de la influenza AH1N1, señalando, como una muestra de la gravedad de la afectación, el que los pasajeros en cruceros en el mes de mayo de ese año disminuyeron en un 90%. Es cierto que a la gravedad de la crisis se sumó un manejo con tintes melodramáticos de la contingencia por parte de la autoridad del Distrito Federal, que llevó al cierre de los establecimientos restauranteros, por ejemplo, aunque, en contraparte, en los municipios conurbados del Estado de México no se aplicaba la misma medida.

En todo caso, no se debe omitir el apuntar que el nerviosismo del sector se acrecienta ante la enorme exposición mediática que suele acompañar a hechos como lo que hoy se reportan, y que, como ha ocurrido en el pasado, puede ser magnificada y compartida de manera fragmentada.

Sin desestimar el potencial riesgo de propagación de la enfermedad y sus probables conexiones con otros padecimientos, existen elementos suficientes para conservar la calma… al menos por ahora y así se debe comunicar a los mercados.

Desde la trinchera turística es indispensable insistir en la difusión del posicionamiento de la propia OMS en el sentido de que, como se cita en la Declaración es este organismo multilateral sobre el tema: “No se debe aplicar restricción alguna a los viajes o el comercio con países, zonas o territorios con transmisión del virus del Zika”; asimismo, conviene tener en cuenta que en las medidas relacionadas con los viajes, la OMS agrega en la Declaración la conveniencia de “mantener informados a los viajeros que se dirijan a zonas con transmisión del virus del Zika con respecto a los posibles riesgos y las medidas apropiadas para reducir la posibilidad de verse expuestos a picaduras de mosquitos” y de mantener las prácticas acostumbradas para la desinfección de aeronaves y aeropuertos.

Es significativo, de igual modo, y así se debe comunicar por ser Estados Unidos nuestro principal mercado, que hasta ahora el Departamento de Estado no ha modificado su alerta de viaje en razón de la existencia de casos del Zika en nuestro país, y que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades dependientes del Departamento de Salud y Servicios Humanos también de Estados Unidos, aunque reconocen a México como un territorio con presencia del mosquito propagador del virus, de ninguna manera alientan la cancelación de los viajes.

Resultados 2015. A mediados de la semana, el Banco de México dará a conocer las cifras preliminares de cierre del turismo internacional para el año pasado y estas, además de registrar en término generales, comportamientos récord, confirmarán, sin ninguna duda, que el turismo realiza una contribución fundamental en la Balanza de Pagos, misma que debe ser muy bien valorada en los tiempos que vivimos, en que los precios del petróleo mantienen una tendencia a la baja.

Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía Universidad Anáhuac México

Twitter: @fcomadrid

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