Este lunes es la víspera antes de que se abran los centros de votación el martes 8 de noviembre, último día para votar y elegir presidente, representantes y la cuarta parte del Senado.

La tarde de este domingo se despejaron los nubarrones sobre Hillary Clinton: James Comey, director del FBI envió una nueva misiva a representantes del Congreso comunicándoles que después de revisar los nuevos emails de Hillary Clinton, la Agencia mantiene las conclusiones expresadas en el mes de julio. Es decir, que no hay cargos contra Hillary Clinton. Comey lo informa a poco más de 48 horas que concluya el proceso electoral. La candidata demócrata a la presidencia dio la bienvenida a la noticia de que el asunto está resuelto. Mientras, como era de esperarse, los republicanos afirmaron que el anuncio de Comey se realizó prematuramente, claro, hubiera beneficiado sus intereses si no se hubiera dicho nada antes del fin de la elección. Por supuesto, la aclaración no borra el daño a la campaña de Hillary Clinton.

El director del FBI se metió en una turbulencia político-electoral de la que no salió bien librado. Donald Trump dice que protege a Hillary un sistema tramposo. Lo que se hubiera ahorrado James Comey y el FBI si no hubiera hecho público el trabajo que le correspondía realizar, respetando las normas en tiempos electorales. Pero bueno, finalmente, no hubo nada, pero el daño está hecho a la campaña electoral y al FBI. Torpeza política e institucional de James Comey.

Mientras tanto, la elección permanece en vilo con la candidata demócrata a la presidencia unos puntos arriba (de 2 a 5, según distintas encuestas) en las preferencias electorales, más cerca de obtener la mayoría de los votos electorales que su rival republicano. La incertidumbre sobre los resultados inquieta a las bolsas de valores que temen lo que acontecería si ganara Trump, todo es posible. Se calcula que habrá emitido entre 30% y 40% de los electores su voto anticipado. Los dos candidatos cierran campañas a todo lo que da, con entre 12 y 15 estados péndulo en los que nos se ha definido para quién serán los votos electorales.

La principal disputa entre Trump y Hillary es por Florida y sus 29 votos electorales. Hillary Clinton avanza en el voto de las mujeres y de los latinos que bien podrían definir la elección en ese estado. Hay cambios importantes que pueden empujar a que Hillary obtenga la mayoría de votos, en Florida que por lo general se inclina del lado republicano. El primero es que la votación de los latinos aumenta del lado demócrata y que de inclinarse hacia allá pondría a Trump en serios problemas y muy cerca de perder los 29 votos electorales ¿y con ellos la elección?

Ese cambio consiste en que el voto latino, por lo general preponderantemente cubano e inclinado hacia el GOP, puede cambiar por el voto de puertorriqueños que llegaron a Florida huyendo de la crisis económica y que es proclive a los demócratas. El voto latino aumenta para cerrarle el paso a Trump, cuya campaña se inició y concluye en contra de los inmigrantes mexicanos y latinos, de los indocumentados en general a los que ha prometido expulsar desgarrando familias. El senador republicano Lindsey Graham afirma que hay que darle un premio a Trump por haber logrado que el voto latino crezca en Estados Unidos y sea para los demócratas. Si las cosas siguen como van en Florida es muy posible que haya un recuento de votos que alargue el resultado. Por otras razones, pero algo parecido a lo que sucedió en la elección presidencial que se disputaban George W. Bush y Al Gore.

Es ya evidente que el voto latino está creciendo y que podría alcanzar una afluencia nunca vista. Puede hacer la diferencia, en Florida y tener un impacto nacional. También tiene un peso importante en Nevada, en Colorado, en Carolina del Norte, incluso en Michigan. Mayoritariamente el voto latino, que podría ser histórico, y el voto de las mujeres serán para Hillary Clinton. El voto afroamericano también será mayoritariamente para Hillary, lo que aún no está claro es su amplitud. Molesta a Trump también el apoyo de artistas y cantantes a Hillary, del concierto de Beyoncé dijo que era tramposo.

“No me ayudes compadre”, debería decir Trump a la publicación oficial del Ku Klux Klan, que le dio públicamente su apoyo. Vaya alianza racista la de Alt-right y Trump, contra inmigrantes y minorías. El fin de campañas es frenético. Hasta este domingo, los estados péndulo siguen en disputa.

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