La información que ha circulado sobre Cuauhtémoc Blanco, después de su sorprendente triunfo electoral en Cuernavaca, es que ingresó al hospital por quién sabe qué complicación intestinal, que se casó con una publicista brasileña, que por aquello de las nupcias no le había dado tiempo de recoger su constancia de mayoría y que ahora se va de vacaciones.
Eso sí, al recibir el documento que lo avala como próximo alcalde dijo que se va “a poner a chingarle”. Pero dejó a su regreso la integración del gabinete. Ya en agosto se reunirá con ellos.
En este mismo minidiscurso con sabor a conferencia de prensa futbolera, Blanco indicó que Cuernavaca está abandonada y que si se ven otros estados es impresionante cómo han avanzado. ¿A qué estados se habrá referido? ¿Como cuáles están para presumir cifras? ¿Confundió categorías? ¿Ya se hace en otro nivel de gobierno? ¿O nada más quiso decir “ciudades” y le pasó lo que al Presidente?
Al parecer, aburridas no serán las historias de gobierno en el municipio de la cuauhtemiña. Pero Blanco llegará a un lugar, como muchos en el país, que ha sufrido los embates del crimen organizado. Los secuestros y las extorsiones cambiaron la faz de un refugio paradisiaco para mexicanos y extranjeros. Y pulverizaron los sueños de jóvenes que no encuentran un trabajo que les permita vivir con tranquilidad.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, me comentaba ayer, a propósito de la presentación del reporte de delitos de alto impacto, que no es lo mismo mejorar que estar bien. Y que el sur del estado de Morelos vive en condiciones dramáticas. Incluso platicamos de casos en donde familiares y amigos fueron víctimas el año pasado. “Me parece irresponsable que algunas personas, porque gozan de cierta notoriedad, de repente decidan aventarse a asumir estos retos”, me dijo a propósito del famoso ex jugador y alcalde electo.
El Cuauh ni siquiera ha vivido ahí. Tampoco se ha dado el tiempo de conocer al gobernador de la entidad. El carisma lo tiene, pero no aparenta ser el edil más avezado. Sí necesita chin… trabajar mucho.
Porque, ya en serio ¿Qué van a hacer en Cuernavaca? ¿Quiénes están apoyando y asesorando a Blanco? ¿De qué la gira el nuevo partido, el PSD? Ojalá Cuauhtémoc, así como sorprendió como candidato, lo haga como funcionario.
Si no, serán largos años para tan bello y trágico lugar. Una eterna primavera con vientos huracanados del norte.
Y es que, como ya dicen en Cuernavaca, un juego de futbol dura noventa minutos. Una presidencia municipal, tres años.