Lo que realiza la selección mexicana de futbol en el Campeonato Mundial Sub-17 de Chile es digno de elogio, admiración y reconocimiento. La selección nacional avanzó en primer lugar en su grupo, muy complicado, en la primera fase de este certamen, derrotó categóricamente 4-1 al local Chile en segunda ronda y enfrentará el próximo lunes a Ecuador en la fase de cuartos de final. En esta categoría, México sí juega el quinto partido, el sexto y hasta el séptimo.
La escuadra dirigida por Mario Arteaga ha dejado una grata impresión en el torneo. Es un equipo sólido, bien armado, se defiende muy bien, es equilibrado, genera futbol ofensivo y el ataque es contundente.
El portero Abraham Romero es buen atajador y muy seguro en el juego aéreo, ha lucido con lances impresionantes. Diego Cortés, el capitán José Joaquín Esquivel, Francisco Venegas y Ulises Torres forman una defensiva sólida, eficiente; excelentes en la marca y coberturas.
Alan Cervantes, Pablo López, Kevin Lara y Claudio Zamudio forman una media cancha efectiva en la recuperación y en la generación de futbol ofensivo. Eduardo Aguirre y Kevin Magaña son atacantes muy peligrosos, funcionales y aparecen en el momento necesario y más oportuno.
Jesús Gurrola, Javier Ibarra, Fernando Escalante, Nahum Gómez y Ricardo Marín han sido relevos estupendos, puntuales y eficientes que cumplen perfectamente como revulsivos o variantes. La selección que hizo Arteaga ha dado los resultados esperados, hasta ahora.
México ha ganado prestigio en selecciones con límite de edad, la Selección Sub-17 es ya una potencia mundial, sus dos campeonatos en 2005 y 2011 y el subcampeonato hace dos años, así lo confirman.
Se trabaja muy bien en México en el futbol juvenil, los clubes producen buenos futbolistas, con principios sólidos en la técnica y la táctica. Ya no se necesita hacer trampa y presentar actas de nacimiento apócrifas para tratar de lograr resultados, como sucedió con el vergonzoso caso de los ‘Cachirules’ a finales de los 80 en Sub-20; ese es tiempo pasado, hoy el futbol mexicano es capaz de forjar y producir futbolistas de calidad.
Ojalá pronto, estas generaciones tengan más oportunidades en Primera División y se abran espacios para ellos.
La indiscriminada contratación de extranjeros y el incremento desmedido de naturalizados en primera división y liga de ascenso están “tapando” la salida a los jóvenes futbolistas nacidos en este país, es necesario reducir el número y seguramente los beneficios se verían muy pronto.
El talento nacional sería más y mejor aprovechado y habría mayor nivel en los foráneos porque con la reducción seguramente predominará la calidad sobre la cantidad en la legión extranjera.
Es una buena señal que en días recientes Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, haya declarado públicamente que se revisará el tema de extranjeros y naturalizados y dejó abierta la posibilidad de la reducción.
México tiene el talento e infraestructura para formar buenos jugadores de futbol, se tienen las condiciones idóneas para pensar y buscar el objetivo de producir y exportar futbolistas. ¿Es mucho pedir?
Por lo pronto, los chavos Sub-17 siguen poniendo el ejemplo.
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