Más Información
Inai busca participar en elaboración de leyes secundarias de Transparencia; “queremos incidir en la nueva legislación", piden comisionados
Detención de “El Cholo Palacios” clave para esclarecer Caso Ayotzinapa, afirma Alejandro Encinas; testimonio podría revelar paradero de estudiantes
INE advierte riesgo en elecciones de ocho estados por falta de recursos; los más afectados son Yucatán, Guerrero y Zacatecas
“Don Neto”, exfundador del Cártel de Guadalajara solicita libertad anticipada; casi termina sentencia por el asesinato de Kiki Camarena
Sheinbaum supervisa avances de Pensión para Mujeres en Aguascalientes; “¡Bienvenida!“, dice gobernadora Teresa Jiménez
El título del Torneo Apertura 2016 se decidió en penaltis. El portero Nahuel Guzmán se convirtió en el héroe de los Tigres al detener los disparos de William da Silva, Silvio Romero y Javier Güémez, en la serie para decidir al campeón del futbol mexicano.
Los tiradores del equipo norteño estuvieron más concentrados y certeros; y por esta vía alcanzaron dramáticamente el campeonato.
El América se quedó a 11 pasos de la gloria, víctima de sus propios errores, pues no supo conservar la mínima ventaja de un gol con la que comenzó el segundo tiempo extra y luego desaprovechó dos oportunidades claras para incrementar el marcador, cuando los Tigres parecían liquidados.
El ingreso del novato Edson Álvarez, a los 84 minutos, por lesión del “Chepe” Guerrero fue de buena fortuna para los capitalinos, pues el chamaco de 19 años de edad marcó el gol de su equipo al rematar de cabeza en el area, a los cuatro minutos del tiempo extra, y puso en jaque al conjunto dirigido por Ricardo “Tuca” Ferreti.
Pero, los Tigres no claudicaron, jamás dejaron de luchar, se esforzaron al máximo y no se derrumbaron ante la adversidad. De pronto, apareció la figura del volante Jesús Dueñas, quien anotó el tanto del empate con un certero cabezazo, en el ocaso del tiempo extra, a centro de Jürgen Damm, cuando parecía que las Águilas ya tenían el campeonato en su poder.
Ni la expulsión de Jorge Torres Nilo a los 89’ por segunda tarjeta amarilla que le dio ventaja al América en los tiempos extra, desmoronó a los valientes Tigres que disputaron el balón y cada jugada al máximo. La obtención del título es, por lo tanto, merecida para el conjunto regiomontano.
El primer tiempo pasó de noche en “El Volcán”. Los dos equipos lucharon y se esforzaron al máximo, sin claridad y con mucha intensidad. Fallaron muchísimos pases y el partido transcurrió con más tensión que calidad, con una muy extraña sensación de nerviosismo y aburrimiento.
El segundo lapso fue abierto y con calidad y emotividad de una final, los dos equipos generaron oportunidades, pero les faltó contundencia. La prórroga y los penaltis fueron de alto dramatismo.
Los Tigres pueden quejarse que el árbitro Jorge Isaac Rojas no tuvo un buen trabajo y se equivocó al no expulsar a Michael Arroyo a los 59 minutos por una fuerte entrada sobre Hugo Ayala y al no marcar penalti a favor de los felinos por falta de Sambueza sobre Sosa a los 60’, pero seguramente aceptarán que el silbante tampoco señaló una clara falta en el área sobre Sambueza a los 67’ y la expulsión del atacante argentino pareció muy rigorista al minuto 102.
Luego expulsó a Paolo Goltz y a José Arturo Rivas cuando se armó la gresca en el ocaso del primer tiempo extra, en clara actitud antideportiva y violenta de algunos jugadores felinos, situación que al final, le benefició a los norteños.
Tigres logró el campeonato. Entre la polémica y graves errores arbitrales, aguantó la presión del momento y con el enorme respaldo de su público, acertó en los penaltis y tuvo en Nahuel Guzmán a su gran héroe.
ecamarenar@tdnsports.com