“El último minuto también tiene 60 segundos”, frase célebre que hoy cobra más fuerza que nunca.

Pachuca es el nuevo monarca del futbol mexicano, el equipo que basó su fortaleza a lo largo del torneo en la velocidad y descaro de sus jóvenes canteranos; pero que terminó alzando la corona gracias a la soberbia actuación del eterno Óscar Pérez, convertido en la figura de otra gran noche para los Tuzos.

Fueron 90 minutos de dominio regiomontano, de una presión asfixiante que no permitió lucir al conjunto hidalguense, que parecía liquidado cuando Aquivaldo Mosquera vio la tarjeta roja, ya con el 1-0 en contra.

Diez guerreros que se plantaron bien atrás, domaron a las fieras de Rayados y cuando ya se pensaba en el tiempo extra, todo cambió.

Disparo que Efraín Velarde mandó a saque de banda. Regañó a los compañeros por no bajar a marcar. Descuido defensivo, servicio al área, anticipo de Víctor Guzmán, cabezazo que deja sin opciones a Jonathan Orozco; el único remate con dirección a puerta en todo el partido por parte de los Tuzos, y fue suficiente para poner el 1-2 global y darle al Pachuca su sexta corona.

El destino a veces es cruel, y anoche lo fue con los regios. El 29 de mayo de 1993, Atlante fue y venció al Monterrey en el Tec para proclamarse campeón. Exactamente 23 años después, Pachuca dejó en silencio a la extraordinaria afición regiomontana, ahora en el nuevo estadio.

Los Tuzos son los campeones del balompié mexicano, demostrando que el trabajo con las fuerzas básicas puede rendir buenos frutos cuando a los jóvenes se les ‘cobija’ con elementos de calidad y experiencia como el inagotable ‘Conejo’, el hombre que 19 años después levanta su segundo título de Liga, el arquero que después del Mundial de Sudáfrica 2010 se había quedado sin equipo.

Mención aparte merece el árbitro Fernando Guerrero, de buen trabajo en la final, así como la actitud deportiva de los elementos del Pachuca que antes de celebrar el título consolaron a los jugadores de Monterrey y demostrando una vez más que en la cancha hay rivales, mas no enemigos.

Pachuca es un digno campeón del Clausura 2016.

ecamarenar@tdnsports.com

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