Se jugaba en el Camp Nou el encuentro en que el Barcelona terminaría derrotando al Celta de Vigo al son de seis goles por uno. Se sancionó una pena máxima que significaría el cuarto gol de los blaugrana. Lionel Messi se perfiló y ante la incredulidad de propios y extraños, lejos de disparar directo al marco enemigo, decidió ejecutarlo “de dos toques”, pateando levemente la pelota para que entrara de atrás Luis Suárez y marcara. ¡Nadie lo podía creer!

Por principio de cuentas, me gustaría explicar la cuestión reglamentaria. Para que el balón esté en juego, debe ser pateado y moverse hacia adelante, cuestión que se cumplió cabalmente.

Todos los jugadores deberán estar fuera del área de penal y distanciados por lo menos a 9.15 metros del balón. Es en donde entra en función “la media luna”, cuya única razón de ser y existir, es precisamente esa: ayudar a que los futbolistas respeten la distancia reglamentaria durante la ejecución de un penalti.

En principio parecía que se había cobrado en forma reglamentaria. El problema aquí radicó en que, cuando Messi jugó el balón, Suárez ya había invadido la media luna (que no el área); es decir, se había acercado a menos de 9.15 metros del balón. Por lo tanto, si Suárez fue el único infractor, se debió invalidar el tanto y reanudar el juego con un tiro libre Indirecto en su contra.

Al parecer, hubo otro defensor que ingresó al área antes del disparo. Luego entonces, cuando se cometen faltas simultáneas, de un atacante y un defensor, el fatídico disparo desde los once metros se tiene que repetir.

Esto nos lleva a concluir que la acción fue ilegal y que de ninguna manera se debió de haber concedido el gol, toda vez que de una u otra forma estaba viciado de origen.

La polémica no se hizo esperar y esta inusual forma de ejecutar la pena máxima (que por cierto, no es la primera vez que se hace) acabó por darle la vuelta al mundo levantando ámpula y polarizando las opiniones.

He escuchado de todo: “Que fue una genialidad”, “que fue una burla”, “que fue un acto de generosidad”, “que en 50 años de ver futbol nunca había imaginado algo así”, “que la jugada había sido ensayada para que Neymar fuera el anotador”, “que fue antirreglamentario”, “que el balompié debe ser divertido”, “que es parte del espectáculo”... Yo opino que… ¡Son cosas del futbol!

ebrizio@hotmail.com

*En la imagen Como genialidad o burla fue calificado el cobro de Leo

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