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Pasan tantas cosas raras en el balompié mexicano, que a veces yo me pregunto ¿para qué existen los estatutos y reglamentos? Digo, ¿para que nadie los respete y sean violados constantemente?
A principios del Apertura 2015, el equipo Jaguares tenía adeudos con varios futbolistas; aun así, se le permitió iniciar la competencia, pasándose el reglamento de la Liga MX por el arco del triunfo.
Recientemente tocó el turno a los Tuzos del Pachuca, quienes se aventaron la puntada de dar de baja a Darío Cvitanich por lesión, para dar de alta al argentino Franco Jara. Solamente que se olvidaron de que el estatuto establece que para poder realizar ese movimiento, se requiere que la lesión en cuestión tarde en sanar más de seis meses.
Curiosamente, fue el propio Cvitanich quien publicó en su cuenta de Twitter que la cirugía de rodilla a la que fue sometido tardaría en sanar como máximo seis semanas. Por lo tanto, no se necesita ser un genio para detectar que (como siempre) la directiva hidalguense, con su clásica doble moral, aprovechó las circunstancias para sacar raja del asunto y, por ende, pasarse el reglamento por el arco del triunfo.
¿Quieren más? Pues resulta que con todo el personal que fue despedido en el seno del Rebaño Sagrado, ‘había vacantes’ y se solicitaba un flamante director deportivo. El puesto le fue ofrecido a Jaime Ordiales, quien ni tardo ni perezoso renunció a su cargo en Gallos Blancos de Querétaro, para ir ‘de nalga pronta’ a trabajar bajo las órdenes de Jorge Vergara, dando así el primer paso para, en breve, ser destituido ignominiosamente por el voluble directivo caprino.
Me extraña su actitud, porque lo tengo en buen concepto y alta estima; sin embargo, en mi opinión, no solamente pecó de ingrato al abdicar como auxiliar de Víctor Manuel Vucetich, quien le tendió la mano, sino que, al incorporase a Chivas, estará violando flagrantemente los estatutos de la Liga, que impiden que un integrante del cuerpo técnico vaya a como directivo a otro equipo durante el mismo torneo.
Total, con no registrarlo, se “maquilla” el problema, aunque se pasen los reglamentos por el arco del triunfo.
Los acuerdos de apoyar incondicionalmente a la Selección, el no volver a designar a un silbante con un mismo equipo hasta que hayan transcurrido tres fechas, que un mismo árbitro no le pite tres veces a un equipo en el torneo. Todo, absolutamente todo, se lo pasan... por el arco del triunfo.
ebrizio@hotmail.com