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Hola amigos, como siempre un placer saludarlos aquí en mi columna semanal como ya es costumbre y en esta ocasión no puedo ocultar mi felicidad por haber cumplido un sueño que era retirarme en partido oficial con el equipo que me vio nacer.
Me formé como futbolista en el nido águila desde abajo, en fuerzas básicas, donde ingresé al ser detectado por el ‘Coca’ González y llegando a entrenar a Coapa tomando mis camiones y el metro para día con día luchar por un lugar en el primer equipo y finalmente con la confianza del ‘Zurdo’ López pude debutar en León y confieso que me temblaban las piernas para ingresar al campo, pero superé ese nerviosismo normal del ansiado debut en el cual me venían a la mente los consejos de los entrenadores que me ayudaron siempre en mi formación en el Club América y a los cuales recuerdo con cariño.
Cómo olvidar los consejos del profe Mario Trejo, José Guerrero, Roberto Alderete, ‘Choco’ Vargas y ‘Choco’ García, Jorge Rangel, el ‘Didí’ Madariaga, Pedro Vega, Memo Huerta, entre otros. Además del apoyo incondicional del doctor Ledesma y de todo el personal que labora en el club, a los que siempre les guardo un cariño muy especial.
Después del debut vino una época dorada con el América, que me tocó vivir con toda la confianza que me dio Leo Benhaker en ese equipo que ‘volaba’ y con el cual me fortalecí en la Primera División.
Aún recuerdo esos viernes por la noche que como locales lográbamos pasar por encima de nuestros rivales ganando y convenciendo a la afición.
En otra etapa más adelante con mis Águilas pude ser campeón y levantar la copa para cumplir otro de mis sueños como futbolista profesional y ahora en esta que fue mi última participación oficial con el América, también lo disfruté bastante y confieso me emocione hasta las lágrimas.
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