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Carlos Loret de Mola publicó el miércoles 5 de agosto en estas páginas una columna titulada “Nueva ejecución extrajudicial”. Escribió que “el Ministerio Público federal ha concluido los peritajes” de los hechos de Tanhuato, Michoacán, del 22 de mayo; del enfrentamiento que dejó un saldo de 43 muertos, 42 de ellos presuntos criminales y un agente de las fuerzas federales.
Dichos peritajes, según Loret, “contradicen lo difundido por la Comisión Nacional de Seguridad y la Policía Federal: más del 70% de las víctimas aparecen con el tiro de gracia en la nuca; las necropsias arrojaron que incluso uno de los cadáveres no presentaba impacto de bala, y que habría sido matado a golpes; se concluye que los cuerpos fueron movidos y las armas con las que fueron encontrados en realidad se las ‘sembraron’, al grado que a varias de ellas les encajaron cargadores que no son del mismo modelo y no hubieran podido ser accionadas en combate”.
El jueves 6, Carlos Puig escribió en Milenio que los datos referidos por Loret eran de escándalo y perfilaban una “acusación criminal brutal” de lo que sería la “peor ejecución extrajudicial a manos de las fuerzas del Estado de que se tenga memoria”. Y se sorprendía de que la PGR no hubiera aclarado o redondeado la columna. “¿En serio se vale el silencio de la PGR, cuándo acusará formalmente a los policías y sus mandos?”, concluyó.
En esa línea, Jorge Castañeda escribió el lunes 10, también en Milenio, que “no pueden seguir existiendo dudas sobre asuntos a la vez trágicos y sencillos: murieron 43 personas y no sabemos por qué”. Luego hizo una propuesta a las fuerzas federales para que dejen de “defender lo indefendible”.
Interesante la información y las conclusiones. El problema es que la PGR niega la autoría de esos peritajes. La CNDH, que tiene vista en el proceso, le dijo anoche al reportero Omar Sánchez de Tagle que las investigaciones continúan, y que de haberse encontrado algo tan atroz, lo habría reportado de inmediato. La Procuraduría de Michoacán le dijo a la periodista de Radio Fórmula, Miriam Moreno, que tampoco tenía noticia de los tiros de gracia y la tortura.
Falta la voz de la Policía Federal, pero dudo que precisamente ellos sean quienes confirmen esa versión. ¿De qué peritaje federal estamos hablando entonces? ¿De qué nueva ejecución extrajudicial? ¿Un peritaje del Ejército, de la Marina?
No se trata de ver quién tiene la razón. Es un asunto de datos duros, no de conjeturas, de fuentes anónimas. Cuarenta y tres muertos lo imponen.
MENOS DE 140. En París sólo estuve una semana y media pagando hotel; desde fines de mayo he estado con mi familia en casa de familiares: Marcelo Ebrard.
gomezleyvaciro@gmail.com