Si a esos absurdos incondicionales, quienes precisamente en el “apodo” marcan su mediocridad y conformismo, porque HAIGA SIDO COMO HAIGA SIDO, en el deporte PROFESIONAL, no puede ni debe haber aficionados incondicionales a los equipos y a los deportistas, a quienes hay que pedirles un mínimo de elementos para que la relación sea equilibrada y justa.

Esa postura mamonsísima de que “estoy con mi equipo (o mi selección) pase lo que pase, es una forma clara de evitar el análisis y de abrir la puerta para que los deportistas pierdan de vista que entre sus varias obligaciones y compromisos con la afición, está la de cumplir actuaciones con un mínimo de elementos como la entrega al 100%, respeto por el uniforme y por la historia del equipo, respeto por el reglamento, por el rival, por los árbitros, entre otros, de tal forma que cuando estos elementos se dejan de lado, frecuentemente el aficionado tiene que exigir y hacer sentir su rechazo.

Y por favor entiéndaseme bien, no estoy hablando de que se pierdan un juego o dos, me refiero a esa actitud absurda de pretender que por el simple echo de que existan seguidores de algún equipo o selección, los federativos o dueños piensen que no es necesario ni obligatorio OCUPARSE Y PREOCUPARSE por hacer bien las cosas de cara a esos que consideran “INCONDICIONALES”, para nada, al carajo con ese cuento, ya basta de que la FMF se esconda detrás de esos INCONDICIONALES para seguir mamando de la ubre, ya basta de seguir dándole al aficionado atole con el dedo y de exprimir su bolsillo dándole gato por liebre.

Que el aficionado no deje que esos fariseos disfrazados de federativos te tomen el pelo, no permitas que te encasillen con el mediocre mote de “incondicional” porque lo creas o no, te están degradando y utilizando para seguir degradando al TRI, convirtiéndolo en un producto que explotan sin ética a través de tu ingenua creencia.

¿Y EL TRI APÁ? Después de ver la final de la CONFEDERACIONES me queda más claro que nunca… somos y tenemos una selección de segundo nivel, estamos lejos de Chile y muy lejos de Alemania, no sólo por la caricatura de técnico que tenemos, sino por el futbol que jugamos. No tenemos los huevos ni la calidad deportiva de Chile, ni mucho menos la calidad física y deportiva de Alemania…, pero lo peor del tema, es que creemos que tenemos una de las mejores selecciones de los últimos años y eso no es cierto.

El futbol mexicano es un espejismo producto de esa alianza dañina y obsoleta de dueños y “agentes comerciales” que dominan y deciden todo lo que gira en torno a nuestro balompié y obviamente de nuestra Selección Nacional, que de nuestra no tiene nada.

Cierto que ellos no juegan, pero ciertísimo también que de la forma en que manejan, manipulan y moldean las cosas, obtenemos y llegamos al resultado que vemos en la cancha.

PD.— OJO, una cosa es ser incondicionales y otra muy diferente ser una bola de borregos pendejos, ciegos y sordos… Usted decida.

futbol@eluniversal.com.mx

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