¿En qué estaba pensando Bibi cuando escribió su nefasto mensaje en su cuenta oficial de Twi- tter? Bibi —sobrenombre de Benjamin Netanyahu—: “El presidente Trump tiene razón. Construí un muro en la frontera sur de Israel. Detuvo toda inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea”. Ignoro si Bibi piensa y después escribe, si escribe y después piensa o si lo que publica lo hace sin cavilar, sin saber lo que dice, sin pensar en las posibles repercusiones y sin consultar al grupo de asesores que me imagino tiene, tipo Trump.

Es probable que el nefando Bibi lance sus peroratas sin consultar a su equipo; de ser así, erróneo; de no ser así, y contar con el apoyo de sus ministros, peor aún. Vale un poco, sólo un poco, la exigencia del ministro israelí de Interior Aryeh Deri: “No entiendo por qué tuviste que hacerlo. Eso es un asunto interno”; otro poco vale —casi nada— la opinión de Emanuel Nahshon, vocero de la cancillería israelí: “El comentario del primer ministro se refería a su particular experiencia en seguridad y no a una postura sobre las relaciones entre Estados Unidos y México”. En cambio, mucho importa el momento, el tiempo del mensaje: Bibi publicó su dislate horas después de que la Cancillería mexicana celebrara un acto en recuerdo de las víctimas del Holocausto.

Todos sabemos los motivos del primer ministro: amistarse con Trump. Todos entendemos sus razones: acercarse al magnate presidente cuya locura lo ha convertido en noticia de primera plana en muchos periódicos y cuyas acciones y decretos incomodan a todos los que no son como él. Desde México, los motivos y las estupideces de Bibi, producen asco. Su tuit no es, por supuesto, una declaración de guerra; sí es, por supuesto, una falta de ética, sensibilidad, conocimiento y diplomacia, propia del poder, propia de quienes tienen la desvergüenza de venderse y arrodillarse ante Trump, propia de un ser endiosado, egoísta, incapaz de escuchar, de escribir sandeces sin acercarse a sus asesores no trumpianos y de no atender los reclamos del mundo al permitir la construcción de nuevas viviendas en tierras palestinas.

Netanyahu y su camarilla no tienen disculpa. Desconocer las sinrazones de Trump y apoyarlo muestran su desdén a todos los que no piensan o son como él. Su falta de interés por las convulsas relaciones entre México y EU muestran desconocimiento, servilismo y oportunismo. Su tuit, no hay duda, lo atesora Trump. Su tuit ofende a México, a sus ciudadanos, y a los miembros de la comunidad judía mexicana (yo soy uno de ellos), y quizás a sus difuntos, cuyos hogares, como el de su padre —Varsovia— fueron arrasados por el nazismo.

El comunicado de prensa publicado el mismo día del desliz de Bibi por los dirigentes de la comunidad judía en México es claro: “La Comunidad Judía de México se deslinda del mensaje del primer ministro de Israel Benjamin Ne- tanyahu, sobre el muro fronterizo. No coincidimos con él… y rechazamos contundentemente su postura… Nos solidarizamos con nuestros conciudadanos que viven, trabajan y aportan en el país vecino cuyos derechos humanos tienen que ser respetados”.

¿En qué o en quién piensas Bibi cuando piensas? Bien te haría recorrer el muro. Bien te haría platicar con los trabajadores migrantes de México y de Latinoamérica. Bien sería que tu esposa te acompañara: ¿es cierto que le falta al respeto a las personas que trabajan en tu mansión?

¡¡¡Aaayyy!!! Bibi, tan cerca de Trump, tan lejos de México.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses