La compañía encabezada por Gonzalo Gil White y en la que participaba el exdirector general de Pemex, Luis Ramírez Corzo, acaba de ser declarada en default por un segmento de sus acreedores.
Oro negro omitió el pago de un cupón por 4.8 millones de dólares, en el escenario de una emisión de papeles de deuda por 178 millones de dólares… que vence en diciembre próximo.
Los bonos se cotizaban hasta enero pasado a un valor inferior en 38 por ciento al de su lanzamiento.
La garantía es una plataforma marina que está ociosa desde hace meses ante el largo paréntesis abierto por Pemex para otorgamiento de contratos.
La situación de la firma se vuelve más desesperada ante la presión de la empresa productiva de Estado que la obligó a reducir el precio de renta de otras de sus cinco plataformas. Con apoyo de los fondos Temarek y Arce, la empresa arriesgó 240 millones de dólares en una plataforma Jack-up Premium construida por Keppel Offshore & Marine.
La compañía tiene otras dos Jack-up rentadas en 110 mil dólares diarios, lo que obligaba a subarrendarlas en 170 mil por lo menos… costo que lo redujo Pemex.
En el camino la empresa le entró al juego de los Certificado de Capital de Desarrollo, conocidos como CKD, cuya amortización se mantiene en suspenso. De hecho, una de las operadoras, Axis Capital Managment está al borde de la quiebra.
Sin embargo, con menor apremio, otras firmas que se pertrecharon de cara a la apertura en materia de explotación petrolera, también mantienen ociosas sus plataformas.
Así el Grupo R de Ramiro Garza Cantú quien cuenta con tres plataformas semisumergibles denominadas “Bicentenario”, “Centenario GR” y “La Muralla IV”, cuya capacidad les permite operar a tres mil metros de tirante de agua. La firma mandó construir cuatro más del modelo Jack-up de 400 pies a la empresa Keppel, ubicada en Singapur. El financiamiento llegó con un bono de deuda de 910 millones de dólares cuyo costo también se ha devaluado.
El grupo México de German Larrea también mandó hacer cuatro plataformas.
Los tiempos no empataron con la penuria de Pemex. Ahora que la falta de contratos públicos también está ahogando a las empresas constructoras. De acuerdo a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, las firmas está operando al 60 por ciento de su capacidad.
En lo que va del año los presupuestos de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes ha sufrido cuatro recortes.
Las compañías han dejado de comprar maquinaria nueva y están aceptado subcontrataciones a precios de costo y a veces un poco más abajo. Lo curioso del caso, frente a la astringencia de contratos públicos y de pasadita de pagos a proveedores, es que la Secretaria de Hacienda sigue rompiendo marcas en materia de recaudación.
En los primeros ocho meses del año el monto del Impuesto sobre la Renta creció 24.3 por ciento respecto al 2014, alcanzando 843 mil 896.6 millones de pesos. A su vez, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado subió 4.1 por ciento en términos reales, alcanzando 477 mil 827 millones.
Más recursos, menos contratos públicos.
Balance general. Calificadas por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos como “insuficientes” las modificaciones realizadas por la Cámara de Diputados a la miscelánea fiscal para el año próximo, al no promover el empleo y la inversión, la cúpula empresarial apunta su cabildeo al Senado. La intención es lograr aunque sea otro cachito.
Como usted sabe, a pretexto de que las leyes respectivas no se encuadraron en la propuesta de la Secretaria de Hacienda, se excluyó la posibilidad de reducir la tasa máxima del Impuesto sobre la Renta para personas físicas y morales, además de regresar a tasa de 11 por ciento el IVA en las fronteras.
Y aunque la alternativa de deducción inmediata para inversiones fijas se eleva de 50 a 100 millones de pesos, la pretensión planteaba 250. En el caso de personas físicas la alternativa era de hasta cuatro salarios mínimos elevados al año, ubicandose en cinco, lo que también se consideró insuficiente.
El abanico planteaba también aumentar la deducibilidad en restaurantes.
La paradoja del caso es que el único caso en que se rebajaron los impuestos, concretamente el IEPS para refrescos, fue cuestionado por la Secretaria de Salud.
Zancadilla al IMSS. Perdidos los contratos que mantenía para tratamientos de hemodiálisis intra y extramuros de afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social, la filial de la empresa alemana Fresenius en México está saboteando a la compañía Sanofre que le ganó una opción para operar en Zamora, Michoacán.
La paradoja del caso es que Fresenius había ganado originalmente el contrato para operar en la entrada federativa con una oferta inferior en 61 por ciento, ¡válgame Dios!, al precio de referencia previsto.
El gozo, sin embargo, se fue al pozo al negarse la empresa a firmar el documento por considerar que se precipitó a su oferta.
No me sale.
El caso es que en el jaloneo para subirle el costo al IMSS, Fresenius está obstruyendo la acción de la firma en Zamora, quien le estaba dando servicio a 180 pacientes.
Los pretextos son inauditos. Por ejemplo, se alega que la clínica de Sanofre se encuentra ubicada en una falla geológica… que cruza media ciudad.
El problema es que en el diferendo los enfermos se quedaron en medio, por más que el IMSS les permitió ir a la clínica que mejor les convenga.
El servicio de Fresenius lo ofrece la clínica Unidad Real de Zamora, propiedad de Luis Fernando Magno Vázquez.
Cumbre de constructoras. Esta mañana se inició en Santiago de Chile la edición 30 del Congreso Interamericano de la Industria de la Construcción, en la que participa la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción que encabeza Gustavo Arballo.
El conclave reúne a las Cámaras del ramo de 18 países de América Latina.
albertobarrancochavarria0@gmail.com