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Urge construir otra imagen de México en Estados Unidos. Dibujar a México en el mundo desde otra perspectiva. El cambio de embajador obedece a la necesidad del gobierno de replantear su relación con Estados Unidos. La imagen de nuestro país ha sido fuertemente lastimada por uno de los precandidatos republicanos, Donald Trump. Las cosas no se podían quedar estáticas. Las críticas, insultos y maltratos que ha hecho el republicano sobre nosotros, la forma en que le ha pegado a todos los mexicanos no se podía quedar sin respuesta.
El gobierno de Peña Nieto optó por cambiar a su embajador en Washington y nombrar a Carlos Manuel Sada Solana. Él tiene una gran experiencia con las comunidades mexicanas en el país vecino. No sólo las conoce desde dentro, sino que le tienen una gran confianza y respeto. La magnífica labor que ha hecho desde los más importantes consulados en EU, ha permitido al embajador designado Sada tejer redes con los principales líderes y grupos de mexicanos en el exterior. Los sabe, conoce sus necesidades, preocupaciones e intereses. Los ha acompañado en los momentos más precarios de su proceso al igual que en los logros que han alcanzado ya insertos en la sociedad estadounidense.
Además, como funcionario de Cancillería en EU, Carlos Sada conoce a fondo las relaciones con el Congreso estadounidense. Sabe la importancia de establecer vínculos tanto con los representantes demócratas como con los republicanos, más allá del año electoral por el que ahora se atraviesa. Independientemente de quién sea el nuevo presidente de Estados Unidos, la labor del embajador es lograr acuerdos con todas las partes. Eso se debe hacer desde ahora con una estrategia clara.
Ha logrado también una magnífica labor con los empresarios mexicanos en EU y con los estadounidenses. No se ha cansado de tender puentes con los académicos. Por otra parte, tiene una excelente relación con los medios de comunicación estadounidenses. Con aquellos que nos son afines como Univision, pero también con los que no como lo es el caso de Fox News. Esto es fundamental para empezar a dibujar una nueva imagen mexicana. Es en este aspecto que el cambio de subsecretario de América del Norte es también pieza clave. La llegada de José Paulo Carreño King y su experiencia en el manejo de imagen y marca país será muy importante para que se vea a México de otra manera. Urge que se subrayen los aspectos más positivos y los niveles de competitividad alcanzados por los mexicanos. Éstos se tienen que exponer para que se reconozcan explícitamente. Se deben manifestar estratégicamente. La mancuerna que lleguen a construir desde la Embajada, la Subsecretaría, la Cancillería y Presidencia de la República es clave para cumplir con los objetivos de México en la principal relación bilateral del país.
La postura de México en el exterior y en su relación bilateral con el país vecino no se limita a la imagen. Recordemos que la agenda con EU es muy amplia y altamente compleja. De ahí que haya llegado el momento de continuar con los temas tradicionales, pero con una estrategia diferente. Dando énfasis a las cuestiones tácticas y de corto plazo, pero sin descuidar las estratégicas de mediano y largo plazo.
Sí, es claro que urge cambiar la imagen de México. No obstante, el resto de los aspectos como lo son energía, educación, migración, comercio, seguridad, infraestructura, tecnología, entre otros, deben mantener e incrementar su importancia. Recordemos que formamos parte de la región más competitiva del siglo XXI. Somos parte de América del Norte. Como tal es que tenemos actuar. En lo inmediato, pero también en el mediano y largo plazo.
Esperemos que los cambios en la Embajada en Washington y en la Subsecretaría de América del Norte sean parte de una estrategia para fortalecer no sólo la imagen sino los resultados y el papel que el país debe jugar en la región.
Internacionalista