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Texto y fotos actuales: Fernando Molina
Diseño web:
Miguel Ángel Garnica
La estación del Metro Normal es una de las 24 que conforman a la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo, la cual se inauguró el 1 de agosto de 1970 y va de la estación Pino Suárez a la estación Tacuba (tramo en el que se encuentra el Metro Normal) se inauguró el 14 de septiembre del mismo año. Esta estación es la quinta con más afluencia de la línea 2 pues tan sólo en 2016 registró 13 millones 393 mil 733 de usuarios, según datos del Sistema Colectivo Metro, siendo Cuatro Caminos con 38,962,862 de usuarios la que presenta mayor afluencia.
El símbolo de esta estación es distintivo, ya que la ilustración muestra ambos frontispicios (parte delantera de la fachada) de la escuela con la torre de investigación en medio de ellos, pero la gente nacida después de 1972 ya no conoció esa torre. Primero porque después del terremoto de 1957, por los daños estructurales que ponían en riesgo la estabilidad del edificio, a la torre le fueron quitados tres pisos y, después, porque fue demolida en hasta 1972.
La antigua Escuela Nacional de Maestros, ubicada en la esquina de la Calzada México-Tacuba y la Avenida de los Maestros. Este edificio de arquitectura neocolonial fue construido en 1924 y se demolió en 1945 para levantar el conjunto de estilo moderno que subsiste hasta hoy, obra de Mario Pani. Del inmueble de la fotografía sólo se conserva la portada de acceso, que fue colocada en el escenario del auditorio al aire libre.
La puerta de la antigua escuela, fundada por Porfirio Díaz en 1887, se conserva en la entrada en el escenario del auditorio al aire libre como se puede observar en la imagen.
La Escuela Normal para Profesores, que cambió de nombre a Benemérita Escuela Normal Superior de Maestros (BENSM) en la década de 1980, conocida popularmente como Normal, lució una torre de diez pisos que la volvió un icono de la arquitectura en los años 50 y aunque la torre que se ve en el logo de su estación de metro o que aparece en fotos de la época ya no existe, hubo un tiempo en el que la construcción dominaba el paisaje de la zona ya que fue en 1945 que la sede que se conoce actualmente sobre la calzada México-Tacuba comenzó a planearse y su construcción terminó en 1947.
Distintivo espejo de agua frente a la Normal en los años 50.
El modelo de escuela normal en México estuvo a cargo de diferentes personalidades del ámbito educativo, como Enrique Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano, Justo Sierra y Enrique Laubscher, precisamente el último de estos personajes sentaría las bases de la educación normal con su labor en Orizaba la cual incluyó al modelo educativo existente clases objetivas y experimentales y la promoción del modelo Kindergarten y lo que daría la consolidación del modelo.
El arquitecto Mario Pani, como coordinador del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas fue quien visualizó la construcción de la Normal siguiendo el eje de la calzada en un terreno triangular que se ubicaba detrás de la Feria de Exposiciones Ganaderas y fue pieza clave en el desarrollo de inmuebles dedicados a la educación.
Pero la BENSM no fue un edificio común construido para la educación. Pani era reconocido por su capacidad de analizar todas las aristas posibles cuando de un proyecto a su cargo se trataba y esto se tradujo en el nuevo edificio de la Escuela Normal, la cual, con base en su diseño contemporáneo y estilo art decó lo convirtió en el primero de muchos edificios que estarían avocados a la enseñanza.
Además de la Normal se construyeron primarias en la parte posterior y de acuerdo con la historiadora de arte del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Louisse Noelle, éstas tenían un detalle que las diferenciaba de las demás escuelas: pasajes ocultos que servían para que los futuros profesores fueran observados durante su labor por inspectores y otros maestros que evaluarían su desempeño sin que los practicantes lo notaran ni se distrajeran.
El muralista José Clemente Orozco y el escultor Luis Ortiz Monasterio también tuvieron un papel importante en el nuevo edificio.
Los frontispicios fueron realizados por el escultor Luis Ortiz Monasterio y en 60 metros de ancho por 60 de largo plasmó 14 escenas de diferentes etapas de la vida nacional y mundial. El frontispicio derecho corresponde a las etapas sobresalientes de la cultura mundial abarcando desde la época prehistórica hasta la contemporánea; mientras que el lado izquierdo corresponde a la historia nacional y abarca desde la época prehispánica hasta 1947; representada por un maestro, un obrero, un campesino y una torre de petróleo que representan la emancipación económica y política. Cabe resaltar que el frontispicio de la historia nacional está representada por hombres, mientras que el de la historia mundial está representada por mujeres.
Frontispicio correspondiente a la historia nacional representada con figuras masculinas.
Frontispicio correspondiente a la historia mundial representada con figuras femeninas Foto: Sergio Márquez.
Orozco estuvo a cargo del aspecto pictórico del inmueble. Con los murales llamados Alegoría Nacional, Derrota y fin de la ignorancia y El pueblo se acerca a las puertas de la ignorancia, estos dos últimos formaron un solo.
Alegoría Nacional tardó seis meses en plasmarse en la pared cóncava de 380 metros cuadrados que se encuentra en el teatro al aire libre Lauro Aguirre. Con base en formas geométricas, en el centro del mural pintó un águila y una serpiente representando la vida y la muerte. A la izquierda, un hombre sin cabeza asciende por las nubes, y a la derecha una mano pule una piedra.
Lema de la BENSM en el foro al aire libre; Luz en la inteligencia, paz en el corazón, fuerza en la voluntad (lux, pax, vis).
“Derrota y fin de la ignorancia y El pueblo se acerca a las puertas de la ignorancia fueron pintados en el vestíbulo de la Torre de Investigación, dicho vestíbulo después fue renombrado como Sala José Clemente Orozco y los frescos se mantuvieron en el mismo lugar, en los cuales Orozco representó a la educación como redentora y la niñez fue plasmada como esperanza del futuro mientras que la gente sentada a nivel de tierra representa una generación en la miseria y misma que mira hacia la escuela.
Fragmento lateral de El pueblo se acerca a las puertas de la ignorancia.
El pueblo se acerca a las puertas de la ignorancia, ubicado en la sala de exposiciones José Clemente Orozco.
Fragmento lateral de Derrota y fin de la ignorancia.
Derrota y fin de la ignorancia, ubicado en la sala de exposiciones José Clemente Orozco.
La Torre de la Normal fue planeada para medir 71 metros divididos en 10 pisos. La iniciativa de Pani consistía en construir fachadas más vistosas que la de Palacio Nacional y una columna más alta que el Ángel de la Independencia, la cual mide 52 metros.
Sin embargo, después del terremoto de 1957 se le quitaron tres pisos debido a fallas estructurales y fue hasta 1972 que la torre fue demolida completamente debido a que aquellas fallas detectadas después del terremoto seguían poniendo en peligro lo que restaba de la estructura, por lo que lo único que se conservó fue el vestíbulo, el cual se mantuvo como sala de exposiciones.
Imagen de la Escuela Normal en los años 50, cuando la torre luce más pequeña, justo porque ya se le habían quitado tres pisos.
En esta imagen del 10 de junio de 1971, tomada en las movilizaciones y enfrentamientos del Halconazo, se alcanza a vislumbrar en la parte de atrás la torre de la Normal.
Detrás la torre se construyó una biblioteca subterránea con una sala de lectura para 200 personas y podía albergar 200 mil volúmenes, además de un acceso a un auditorio con capacidad para 650 personas que fue recinto para la Segunda Conferencia de la UNESCO y el cual gracias a un telón corredizo y una tarima desmontable podía cambiar su función para ceremonias sencillas y amplias.
Al lado derecho de la torre se encontraban los talleres para hombres y la dirección de su escuela que conectaba con el edificio de la Escuela Normal de Profesores y al lado izquierdo estaban los talleres, oficinas directivas y el edificio de la Normal para Profesoras, además de que cada contaba con una alberca, un gimnasio y tres campos deportivos.
Después de que la torre fue demolida, el terreno que ocupaba el espejo de agua y la cabeza olmeca se pavimentó y sobre éste se construyó el actual edificio de la dirección general, una explanada con un asta y lotes de estacionamiento frente los frontispicios.
Frontispicio de la historia mundial y lotes de estacionamiento que en antaño eran el espejo de agua. Foto: Sergio Márquez.
Pese a los cambios de estructura y las tragedias sucedidas, la esencia que identifica a la Normal como formadora de maestros y de quienes moldearán el futuro de nuestro país sigue firme hasta nuestros días, como en antaño la torre de la Normal. Quizá por esa razón es que dicha torre aún permanece en el símbolo del metro, como una forma de recordatorio de lo que significó para la institución educativa.
Fotos antiguas:
Colección Villasana-Torres y Archivo EL UNIVERSAL.
Fuentes:
El edificio de la Escuela Nacional de Maestros, una obra integral (Mario Pani Dearqui, arquitecto); http://mexicanarq.blogspot.mx/2016/04/la-escuela-normal-de-maestros-cd-mexico.html; http://www.educacionyculturaaz.com/analisis/historia-del-normalismo-en-mexico: http://www.proceso.com.mx/194203/la-normal-de-pani-cuando-se-pensaba-en-grande.