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Texto y fotos actuales: Fernando Molina Alba
Diseño web: Miguel Ángel Garnica
A finales de los años 50’s, el entonces Distrito Federal registraba un acelerado crecimiento producto de los 4 millones 870 mil 876 capitalinos que la habitaban, según el censo oficial de 1960. Es por ello que surge la idea de un nuevo concepto urbano, fuera de la capital, que ofreciera viviendas amplias tipo suburbios estadounidenses y aprovechando la rápida comunicación que ya ofrecían el Periférico y parte de la autopista México-Querétaro.
Una ciudad fuera de la ciudad fue la idea bajo la cual los arquitectos Mario Pani y José Luis Cuevas, el padre del pintor del mismo nombre, comenzaron a edificar en Naucalpan de Juárez, municipio del Estado de México, aquel proyecto que ofrecía a las familias de clase media alta y alta que buscaban un lugar fuera de ciudad.
Fue en 1948 que el presidente Miguel Alemán planteó este moderno concepto basado en modernas zonas ya existentes en Estados Unidos e Inglaterra. Pero fue en la administración de Adolfo Ruíz Cortínez, en 1957, que inició la traza de lo que hoy conocemos como Ciudad Satélite.
Existen varias versiones del origen de su nombre, una es porque sería una ciudad cercana al Distrito Federal. Otra versión es porque había un ambiente de competencia que predominaba entre Estados Unidos y Rusia, por la llamada conquista del espacio que estaba en apogeo, pues ambas naciones habían lanzado satélites al espacio exterior.
“El presidente Miguel Alemán pidió que fuera muy similar a lo que es Ciudad Universitaria, la cual él creó también; Ciudad Universitaria está organizada con base en circuitos, entonces aquí se realizó esa misma idea”, comenta para EL UNIVERSAL Armando Bravo y López, presidente de la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite.
La traza estuvo a cargo de Mario Pani en 1957 e inició su edificación en 1958 con base en el modelo urbanístico del arquitecto austriaco-alemán Hermann Zweigenthal, quien luego cambiaría su nombre a Herrey y creador del sistema vial circulatorio. Su propuesta consistía en una planeación integral para resolver los problemas viales de las metrópolis, misma que en Estados Unidos ya se había echado a andar en la ciudad de Nueva York, así como en otras urbes y que tiene vigencia hasta hoy.
Este sistema vial giratorio es en un solo sentido y sin interrupciones por cruceros. “El cual sirve para optimizar la circulación de los coches y como principio escenográfico del paisaje urbano moderno”, según información de un artículo del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Así, Satélite se conforma de 31 circuitos que llevan los nombres de: Geógrafos, Poetas, Médicos, Cirujanos, Novelistas, Puericultores, Economistas, Historiadores, Arquitectos, Músicos, Diplomáticos, Escultores, Misioneros, Pintores, Juristas, Científicos, Dramaturgos, Metalurgistas, Oradores, Héroes, Educadores, Ingenieros, Navegantes, Actores, Pensadores, Cronistas, Periodistas, Circunvalación Poniente y Oriente y Centro Comercial.
Actualmente esta zona limita al Norte con el centro comercial Mundo E, sobre el boulevard Manuel Ávila Camacho y por el Colegio de Bachilleres Plantel 5 sobre avenida Adolfo López Mateos; al Sur por las colonias Echegaray y CCH Naucalpan; al Oeste por avenida Lomas Verdes y las colonias Álamos, Fresnos y Misiones y al Este por circuito Pintores y avenida Gustavo Baz.
Se promocionó como la Ciudad del Mañana
Además de los circuitos, el sistema Herrey apoya su utilidad en las súper manzanas, estas manzanas y calles fueron más grandes que las que conocemos en la Ciudad de México y se planeó su edificación en lugares específicos. Aunado a eso, el sistema Herrey, tal como se utilizó en Estados Unidos, contempla la separación de la zona comercial y zona habitacional, ésta última con sus áreas verdes comunes o privadas que varían en extensión y a gusto del habitante, con casas de gran tamaño, de dos o tres niveles, tres o cuatro habitaciones, con salones amplios, muy al estilo de las casas modernistas norteamericanas; este mismo modelo sigue vigente en Estados Unidos.
En los anuncios para la venta de lotes en Ciudad Satélite, publicados en EL UNIVERSAL en 1958, se promocionaban casas con “súpermanzanas en donde sin cruzar la calle, usted tendrá farmacias, mercado de alimentos, panaderías, servicios varios, así como espacios de recreo…además de un Gran Centro Comercial a la altura de los mejores del mundo…Satélite no es un fraccionamiento….es la Ciudad más moderna y completa con vida propia, en donde salir de compras será para usted un placer adicional…la ciudad del mañana está aquí, hoy”.
Actualmente, las casas se construyen a gusto de cada familia, por lo que en una misma calle se pueden encontrar una casa con techo a dos aguas, con azotea, estilo minimalista, estilo modernista norteamericano o colonial.
Los primeros colonos encontraban todo lo necesario como supermercado, tintorería, zapatero y otros servicios varios dentro de perímetro de su súper manzana y el traslado a ellos no tomaba más de 15 minutos.
Hoy, por el aumento del tránsito de los circuitos internos, incluso en la zona azul, se pueden hacer entre 20 y hasta 45 minutos, pues por el crecimiento poblacional la fluidez de estas vías internas ya no es la misma.
Pero ¿por qué entonces no se logró concretar esa Ciudad del Mañana…?
Aunque Satélite durante mucho tiempo se consideró la ciudad del futuro debido a la innovación urbanística que presentó, la realidad es que estaba en vías de fallar, no por cuestiones urbanísticas, sino por origen económico- políticas.
En una entrevista realizada al arquitecto Mario Pani tiempo después de haberse inaugurado la ciudad y que retomamos del documental “Historia Oral de la Ciudad de México” elaborado por el CONACYT en el año 2000, Pani dejó en claro que las cuestiones que provocaron la falla de la localidad y de las expectativas de Ciudad Satélite fueron meramente políticas y de intereses económicos, pues debido a la falta de leyes de desarrollo urbano la venta de lotes se disparó a los cuatro meses de que terminara su administración el ejecutivo local (entonces el gobernador entrante del Estado de México era Gustavo Baz Prada 1957-1963) y por ello, dijo Pani, los lotes se abarataron y algunas de las construcciones se edificaron en lugares que, al principio de la planificación, no se habían considerado como útiles para asentar viviendas.
Esta situación, continúa Pani en la citada entrevista, repercutió en la llegada de una mayor cantidad de gente para la que se había construido Ciudad Satélite y que tuvo consecuencias directas en la capacidad del sistema de drenaje, el aumento de automóviles en las calles y por ende, en el tránsito vehicular.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Colonos de Satélite, el licenciado Armando Bravo y López considera que aunque Satélite ha crecido mucho, no perderá su esencia mientras sus colonos sigan luchando por mantener la calidad de vida que han tenido aquí, pues muchas veces se ha intentado cambiar el uso de suelo de algunas zonas, lo cual no ha sido permitido por los colonos y su Asociación para que la zona siga ofreciendo la misma forma de vida.
De acuerdo con datos de la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite, el proyecto arrancó en 1958 con la construcción de 10 mil lotes para vivienda, es decir, tendría cabida, en un principio, para 10 mil familias, hoy esta cifra se ha elevado a, por lo menos, 40 mil habitantes.
Las Torres de Satélite como símbolo de modernidad
Como en todas las ciudades, existe un elemento que las distingue y se vuelve su icono; en este caso, las Torres de Satélite terminaron de dar identidad a esta pequeña urbe. A la par de la construcción de Ciudad Satélite inició la de las torres, en 1975. Mario Pani y Luis Barragán tuvieron a cargo la creación de estas estructuras en forma de torres triangulares inspiradas en las de San Gimignano, en Italia.
Buscaban expresar la modernidad característica de este lugar y que pudiera admirarse desde la perspectiva de los automovilistas que transitan sobre el anillo Periférico en ambos sentidos.
El escultor de origen alemán y nacionalizado mexicano, Matías Goeritz, promotor de la arquitectura emocional, creó las cinco torres que juegan con la percepción del paisaje en movimiento, con la ayuda del mismo Barragán y el pintor Jesús Reyes Ferreira.
Durante la visita a México de John F. Kennedy, en 1962, este sitio sirvió como marco para la portada de una famosa revista estadounidense que retrató al mandatario, en reconocimiento a la moderna arquitectura de este sitio.
En 1989 se sometieron a un proceso de restauración en el que participó el arquitecto alemán pero su fallecimiento dejó en el aire el color que tendrían en definitiva. Aunque en realidad han sido varios los procesos de conservación a los que se han sometido, en el del 2008 fueron remodeladas y pintadas.
Este mes, en el marco de los 60 años de Ciudad Satélite, se les colocaron luminarias nuevas para que siguieran conservando el aspecto original con el que fueron concebidas y luciendo sus distintos colores.
Después del gran éxito de Plaza Universidad, el primer centro comercial de la Ciudad de México, en 1967 se recreó en Satélite otro sitio comercial similar que ganó fama rápidamente: Plaza Satélite. Este lugar fue ideado para facilitar las compras a los habitantes de Ciudad Satélite, Naucalpan y Tlalnepantla.
Su construcción estuvo a cargo del arquitecto Juan Sordo Madaleno y fue inaugurado en octubre de 1971. Al inicio sólo contaba en su interior con las tiendas Sears, Sanborns, París Londres y más tarde con El Puerto de Liverpool. Con el paso del tiempo se llenaría de grandes aparadores de almacenes de ropa internacionales, lugares para comer, venta de artículos para el hogar y reconocidas joyerías, entre otros.
Satélite en el recuerdo
Carmen Ramírez tiene 50 años de vivir en Ciudad Satélite, llegó en 1968 cuando tenía 38 años y acababa de casarse con Horacio. Junto con sus dos hijos el matrimonio tenía su vida acoplada en el entonces Distrito Federal, por lo que mudarse a la naciente Ciudad Satélite fue un cambio abrupto. Por el contrario, su hija Verónica nació dos años después en la nueva residencia familiar y estaría apegada completamente a la naciente urbe.
En entrevista Carmen dice que el lugar no le era desconocido ya que innumerables veces tuvo que recorrerlo debido a que ella vendía los terrenos donde se harían las casas para la gente que viviría en Satélite. Tiempo después, su mismo trabajo le dio la oportunidad de comprar una casa y decidió cambiar el trajín de la ciudad por un poco de tranquilidad en los suburbios. Sin embargo, admite que se dejó llevar un poco por las promesas de la moderna ciudad pues cuando recién se había mudado a ella, se dio cuenta de que las calles todavía no estaban pavimentadas y continuamente estaban enlodadas, pero esa situación no tardo en solucionarse.
Durante 50 años Carmen ha visto crecer a Ciudad Satélite de tal manera que, incluso, considera que ya casi se parece a la Ciudad de México, pues ahora es difícil salir a la calle sin pensar en la situación de inseguridad que asola a la localidad desde hace algunos meses, aunque para ella no sería motivo para dejar de vivir aquí.
Verónica, hija de Carmen, nos narra también que nació en 1970 y hasta 2012 vivió en Ciudad Satélite. Hoy vive en otro municipio del Estado de México, pero su contacto con Satélite sigue vigente, no sólo porque su madre vive ahí, también porque la vida inevitablemente la hace regresar pues muchos de sus amigos siguen aquí, amistades que construyó en la infancia.
Recuerda que cuando era pequeña al inicio tenía que trasladarse continuamente hacia el Distrito Federal debido a la costumbre de su madre de acudir allá para satisfacer varias necesidades, así que fue feliz cuando servicios como doctor, tintorería, banco, carnicería y otros comercios y servicios necesarios llegaron a Ciudad Satélite.
Otro de sus recuerdos es sobre su adolescencia; le gustaba ir a la Zona Azul, uno de los sitios comerciales más famosos de Satélite, o a la fuente de sodas Aguas de la Rocío, las cuales con el paso del tiempo cambiaron su nombre a Las Aguas Zona Azul, mismo que conserva actualmente. Verónica gustaba de ir ahí junto con su perro y ver a los chicos que pasaban en moto, siempre con su paleta de hielo en la mano.
La inseguridad, latente en Satélite
En mayo de 2016 colonos de Naucalpan, Atizapán y Tlalnepantla, en su mayoría vestidos de blanco, marcharon y protestaron para exigir más seguridad en sus comunidades, hecho al que dio cobertura EL UNIVERSAL.
El rotativo informaba que los manifestantes se concentraron en Circuito Economistas, en la Zona Azul de Ciudad Satélite y marcharon por la lateral de Periférico Norte hasta las Torres de Satélite, donde efectuaron el acto de protesta y desplegaron moños negros.
“Los pobladores afirmaron que los asesinatos, asaltos, secuestros y extorsiones se incrementaron prácticamente en todo el valle de México, lo que se agrava en algunas comunidades, como la zona oriente de Tlalnepantla”, reportó el periódico.
Para Verónica, una de nuestras entrevistadas, esta zona ha cambiado mucho por el tránsito y la inseguridad que no vivió cuando era pequeña. La cantidad de gente y la inseguridad, dice, complican un poco vivir en Ciudad Satélite, pero a la vez considera que la forma de ser de su gente y sus costumbres se siguen conservando en esencia.
A 60 años de su construcción, Satélite ha cambiado. Las Torres actualmente son consideradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, tienen nueva iluminación y se han convertido un emblema internacional por lo que este año se dictarán conferencias respecto a este tema.
Además, la Asociación de Colonos, con el fin de involucrar a las nuevas generaciones con su ciudad, echó a andar el concurso Pinta tus Torres, el cual está dirigido a los niños de Satélite, todo para celebrar la fundación de la ciudad y la construcción de sus Torres.
Como en toda urbe, gente ha ido y venido, aunque muchos de sus habitantes iniciales han echado raíz en ella, tanto, que hay familias de tres generaciones viviendo en Satélite y no tienen pensado dejarla.
Fotografías antiguas: Archivo fotográfico de El UNIVERSAL.
Fotografía actual del comparativo: Luis Cortés.
Fuentes: Entrevista con Armando Bravo y López, presidente de la Asociación de Colonos de Ciudad; Entrevistas con Carmen y Verónica, habitantes de Ciudad Satélite; Satélite, el libro: historias suburbanas de la Ciudad de México.; Fragmento del documental: “Historia Oral de la ciudad de México” de CONACYT ; Artículo del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, biografía del arquitecto austriaco-alemán Hermann Zweigenthal; http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-12762009000100005; http://culturacolectiva.com/torres-de-satelite-estructuras-pioneras-en-la-arquitectura-de--la-ciudad-de-