Texto y fotos actuales: Erika Bribiesca Sala

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“¡Nervios, nervios y más nervios!”, fue lo que sintió Angélica Zawadzki durante su participación en la disciplina de canotaje en los Juegos Olímpicos de 1968. Aquel día se levantó temprano, desayunó y se mentalizó totalmente en la competencia. Horas más tarde un autobús la transportaría desde Villa Olímpica hasta la pista de canotaje en Cuemanco.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la exatleta relató que en todos los eventos hubo mucha gente y que ella tenía ganas de que llegará su turno para competir en la categoría  de kayak de dos personas. “Salí a dar todo”. Sin embargo, los resultados no fueron óptimos, ella y su compañera Ann Henningsen no lograron subir al podio y colgarse una presea.

Angélica afirmó que les faltó “fogueo” que propició esos resultados, además de que ella era muy joven, tenía apenas 16 años, y competía contra mujeres de 30 años; como las atletas alemanas que les ganaron y que tenían la experiencia de la justa anterior: los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

“En un deporte, la experiencia cuenta mucho”, dijo la ahora exatleta de 64 años.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina

La falta de habilidad es fácil de explicar, pues el canotaje fue tomado en cuenta como disciplina deportiva en el país tan solo tres años antes de las olimpiadas, no había alguien que practicara el deporte de manera formal y mucho menos quien hubiese obtenido una presea.

Sin embargo, las disciplinas de remo y canotaje (que tienen su origen como medio de transporte y caza) se presentaron por primera vez en los olímpicos de 1924, en la olimpiada de París, Francia, como deporte de exhibición. Fue hasta 1932 que el Dr. Max Eckert, presidente de la Federación Alemana de Canotaje (país donde se desarrolló rápidamente esta disciplina por organizar las primeras competencias), logró introducir oficialmente este deporte a los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.

Para México 68, uno de los objetivos era que se tuviera al menos un representante en cada una de las disciplinas en las que se iba a competir en la justa veraniega; el anfitrión tenía que participar en todo. Por este motivo se fundó la Federación Mexicana de Canotaje el 1 de enero de 1965.

Y ya en 1968 se construyó la primera pista de canotaje artificial en el mundo; es decir, se realizó la obra en su totalidad sin modificar algún río o lago. Anterior a esto, algunos clubes deportivos de este deporte como Club Antares y Club España entrenaban en lo que se conoce como el Antiguo Canal de Cuemanco.

Así, el 23 de enero de 1967 se comenzó la construcción de la Pista de Remo y Canotaje Virgilio Uribe en la zona lacustre de Xochimilco y paralela al canal de Cuemanco, la cual serviría para las competiciones de la olimpiada mexicana.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Cuando México se estrenó en canotaje

Angélica Zawadzki es una de las primeras canoístas mexicanas. Cuando el canotaje llegó a su vida, ella tenía 15 años y practicaba natación en el Campamento de Natación Infantil. El día que le ofrecieron la posibilidad de cambiar de disciplina no dudo en tomar el nuevo desafío, pues siempre le había gustado el deporte y quería salir de la rutina y aburrimiento en el que se encontraba en la natación, le pareció un buen reto. Así, en 1966 inició lo que sería el camino para representar a México en canotaje.

La deportista recuerda que la primera ocasión que practicó este deporte fue “terrible, no daba ni dos palazos y caía al agua, me caí 25 veces ese día”. Pero pensó que no debía darse por vencida y se subió de nuevo al kayak. Conforme pasaba el tiempo se fue adaptando, la primera semana ya no se cayó tantas veces y logró avanzar 200 metros, después pudo ir a buena velocidad. “Es una sensación muy padre, ya no te caes, es muy bonito”, dijo la canoísta.

Para 1967, Angélica participó en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, logrando obtener dos medallas de bronce. Resultado que la colocó en la mira para la justa olímpica.

A su regreso a México, Angélica recuerda que tuvo la oportunidad de estrenar la pista Virgilio Uribe, cuando ésta ni siquiera tenía el nivel de agua requerido: apenas llegaba a los 50 centímetros, cuando normalmente debe de ser de dos metros. Aquella situación le permitió algo, que quizá en la actualidad sería imposible: contemplar el fondo del canal; el agua era totalmente cristalina.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Desde ese momento, los clubes que antes entrenaban en el Antiguo Canal comenzaron a hacerlo en la Pista de Remo y Canotaje, y todos los atletas que iban a participar en estas competencias también comenzaron a prepararse ahí. Finalmente, el 15 de octubre de 1968 se realizó la primera competición de canotaje.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Para ella, la competencia fue muy estresante, era nueva en el deporte y cree que le faltaba fogueo fue la razón de la derrota. Dice que tenían ganas y entusiasmo, pero no experiencia.

No todo fue así para el resto de los deportistas mexicanos que participaron en esta disciplina. Tal es el caso de Félix Altamirano y Juan Martínez, quienes obtuvieron el mejor resultado al ubicarse en la final en cuarto lugar en la categoría de canoa doble a mil metros. Pero eso es lo más cerca que México ha estado del podio olímpico.

De sus compañeros, Zawadzki recuerda: “Ellos venían de Michoacán, eran sencillos, respetuosos, quizá tuvieron mejor participación porque venían de Janitzio y estaban familiarizados con los movimientos de la canoa”.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Después de que el sueño olímpico terminó, la Pista de Remo y Canotaje ha albergado diferentes competencias tanto nacionales como internacionales. En 1974 y 1994 fue la sede del Mundial de Canotaje, y en julio de este año se realizó la Olimpiada Nacional en ambas disciplinas.

Al mismo tiempo, la Federación Mexicana de Remo y la Federación Mexicana de Canotaje se mudaron a la pista, en donde permanecen hasta la fecha.

En México 68 fueron los olímpicos en los que más representantes en canotaje ha tenido nuestro país con 12 atletas; 10 hombres y 2 mujeres, entre ellas Angélica Zawadzki. Desde entonces, México ha participado en ocho justas más: 1972, 1976, 1984, 1992, 1996, 2000, 2008 y 2012, en éstas la mayoría han sido hombres los que han representado al país, salvo en 1996 donde en un total de seis cuatro fueron mujeres.

De México a Río de Janeiro

Marcos Pulido es el único atleta mexicano que participará en canotaje en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. “El Negro”, como a lo apodan, comenzó a practicar la disciplina porque unos amigos lo invitaron. Él, al igual que Zawadzki, estaba inscrito en natación. En 2011, cuando apenas tenía 15 años, fue cuando se enamoró del deporte y aunque era difícil y cansado, relató a EL UNIVERSAL días antes de que viajara a Brasil, decidió ponerle empeño y en su primera Olimpiada Nacional consiguió oro en la modalidad C4 (canoa para 4).

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Pulido cuenta que el año pasado que se realizó el Mundial de Canotaje en Portugal, la CONADE no le dio presupuesto para ir, así que él fue ahorrando dinero con su familia y con el apoyo de la gente de Veracruz, sitio de donde es originario, consiguió asistir. En esa competencia quedó en noveno lugar.

En enero de este año finalmente fue seleccionado para representar a México en los olímpicos. Para prepararse tuvo que viajar a la Ciudad de México, pues tenía que asistir a un campamento por dos meses. Durante este tiempo, estuvo entrenando en la Pista de Remo y Canotaje de Cuemanco.

Marcos relata que le gusta mucho entrenar en la ciudad porque la altura hace que tengan mejor condición física. “En sí la pista tiene buenas instalaciones, por las distancias bien medidas y los carriles alineados”.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Doce Juegos Olímpicos separan  a Angélica y a Marcos, y las diferencias son abismales. Por un lado, en la pista de canotaje a Marco le tocó que, por la contaminación, no se pudiera remar en ella, pues ésta estaba tan sucia que incluso con la lluvia las gotas no podían traspasar aquella capa de suciedad, relató el deportista de 20 años. Por el otro, la brecha que se ha abierto la disciplina, para colocarse en el radar internacional, también ha aumentado: se obtuvo el sexto lugar en C-2 durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000; Juegos Panamericanos 2007, Río de Janeiro, con cinco medallas de oro, una plata y una bronce; una medalla de oro en C-4 1000 metros en el Campeonato Mundial Juvenil 2007, Racice, República Checa; medalla de bronce en C-1 varonil 420 metros en los Juegos Olímpicos Juveniles Singapur 2010; medalla de bronce en K-2 500 metros en el Campeonato Mundial Juvenil y Sub 23 en Welland, Ontario, Canadá, y medalla de bronce en C-1 femenil 420 metros en los Juegos Olímpicos Juveniles de Beijing 2014.

Un día de entrenamiento, antes y ahora

En los días de prácticas, Angélica tenía que levantarse muy temprano para asistir a los ejercicios matutinos, después de desayunar se dirigía a la Pista de Canotaje desde el CDOM (Comité Olímpico Mexicano) ubicado en Avenida del Conscripto y Anillo Periférico. El viaje duraba alrededor de 30 minutos.

Realizaban un entrenamiento matutino y otro vespertino. A medio día, el mismo camión destinado a llevarlos, los regresaba al CDOM para la hora de la comida y para que descansaran un rato, pues después tenía que regresar a Cuemanco. En la tarde-noche volvía para cenar. Dos semanas antes de la inauguración de los Juegos se mudaron a la Villa Olímpica.

Por su parte, Marcos, mientras se encontraba en entrenamientos en Tampico, se levantaba a las siete de la mañana, desayunaba a las 7:30 y a las 9 de la mañana comenzaba a calentar, antes de iniciar con el entrenamiento, momento en el que no se detenía hasta la hora de la comida. Después dormía una o dos horas, dependiendo el tiempo que tuviera.

A las cinco  de la tarde volvía al agua, y posteriormente entrenaba en el gimnasio. Tras esta jornada de ejercicio regresaba a su hotel para dormir alrededor de las 10 de la noche.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina

Además de entrenar en la Ciudad de México, también lo ha hecho en Veracruz, en Villa Victoria, Tampico, entre otros.

Este año fue a los Panamericanos en Atlanta donde consiguió su clasificación a Río después de muchas adversidades, como que le negaran la Visa, pero sobre todo a su esfuerzo.

Marcos está muy emocionado y orgulloso por la oportunidad que tiene de representar al país en una de las competencias más importantes a nivel mundial. Además, dice que está muy contento y agradecido con su familia y sus entrenadores, y no siente presión ni preocupación, porque él sabe de lo que es capaz.

En los Juegos Olímpicos va a participar en la modalidad C1 200; es decir, en una canoa individual en la que va a recorrer 200 metros. Es una carrera de velocidad en la que, algunas veces, hasta cinco competidores llegan a la meta en el mismo segundo.

Historia sin reconocimiento

El canotaje y el remo, aunque no lo parezca, son deportes completamente diferentes. Angélica cree que es como confundir el basquetbol con el voleibol, que aunque se juegan en una cierta cancha y con un balón, no tienen que ver el uno con el otro.

En remo los competidores van de espaldas a la meta, sentados sobre una carretilla que impulsan con los pies y así hacen palanca con los remos que están fijos al bote.

En canotaje los competidores si conducen hacia la meta y usan palas de una o dos hojas, además de que hay dos tipos de embarcaciones: kayak y canoa.

Ella cree que el país no ha logrado medallas en esta disciplina porque falta gente, no hay una buena difusión de lo que es el deporte y siguen faltando competencias internacionales “si son cinco y siempre ganan los mismos pues no mejoras, falta fogueo” declaró.

Marcos, por su parte, cree que el canotaje nunca ha sido tomado tan en serio como otros deportes como lo son el fútbol o los clavados, porque son los más comerciales, conocidos, además de que clavados ya es el deporte que más medallas le ha dado al país, superando al box.

Ambos deportistas coinciden en que hace falta apoyo, darles seguimiento a los atletas, porque eso puede impulsarlos a tener mejores resultados. Dicen que, además, no hay suficiente información sobre lo que diferencia a un deporte de otro.

Y a pesar de que estos dos deportes son olímpicos, muy poca gente lo sabe. Incluso mencionan que la Pista Virgilio Uribe podría tener mayor difusión y mayor mantenimiento para que cada vez más gente se interese en estas disciplinas, y no quede en el olvido.

El deporte en el que México no brilló ni con agua cristalina
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Fotos antiguas: Archivo EL UNIVERSAL.

Fotos actuales de entrevistados: Cortesía de Angélica Zawadzki y Marcos Pulido.

Fuentes: Archivo hemerográfico de EL UNIVERSAL, páginas de la Federación Mexicana de Canotaje, Federación Mexicana de Remo y Comité Olímpico Mexicano; entrevistas telefónicas con la exatleta olímpica Angélica Zawadzki y con el atleta olímpico Marcos Heliud Pulido.

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