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Texto: Magalli Delgadillo
Fotos: Archivo fotográfico EL UNIVERSAL
El 22 de febrero de 1918 había una gran interrogante: “¿Cuál de estas guapas muchachas triunfarán en el concurso de simpatía obrera?”, el objetivo era destacar las cualidades de aquellas mujeres que colaboraban con dedicación en sus respectivos trabajos.
Ellas fueron retratadas con los mismos propósitos: presumir su hermosura y postularse como candidatas a “Simpatía Obrera”, uno de los varios concursos realizados en la época. Todas posaron con gracia. Algunas usaron blusas o vestidos de cuello redondo, otras más atrevidas portaban un cuello en forma “v”. Los peinados son diversos: cabelleras sueltas, adornadas con moños o cintas, flecos y chongos.
El viernes 8 de marzo de 1918 se dio a conocer a la afortunada. ¡Y la ganadora fue…la señorita Edmé Castillo! Se trataba de una joven de cabello largo y negro, cejas delgadas y una peculiar mirada.
El festejo comenzó al día siguiente con un concierto en su honor. El domingo por la mañana, las avenidas Reforma, Juárez y Madero se llenaron de serpentinas, flores, confeti para adornar el desfile encabezado por la triunfadora, sus damas de honor y chambelanes. Personas de todas las clases sociales esperaron el paso de las carrozas.
Sólo faltaba un detalle para que todo fuera perfecto: el brindis. Este se llevó a cabo en una exclusiva reunión organizada por la señora Belina H. La cita fue en su casa en el Paseo de la Reforma. La distinguida anfitriona ofreció una copa de champaña a las señoritas que participaron en el certamen...
Aquí una portada de EL UNIVERSAL ILUSTRADO donde aparece la esposa del fundador de EL UNIVERSAL, Belina H. de Palavicini, al centro, con su esposo justo detrás de ella.
Pero la presencia de las mujeres en las páginas de EL UNIVERSAL no sólo fue en concursos para destacar lo que hasta hoy es el mayor estigma de la femineidad: la belleza como único valor.
En 1919 el diario contaba entre sus corresponsales con cuatro mujeres en el interior de la República: Enriqueta Calva (Huachinango, Puebla), Luz Baez (Tlautlaque,Puebla), Concepción G. Pedraza (Tlalpujahua, Michoacán) y Catalina P. viuda de Zanolini (Pachuca, Hidalgo).
Aquí vemos a Luz Baez, otra de nuestras corresponsales en Puebla, imagen obtenida de nuestro archivo.
También sobresale el nombre de María Luisa Ross, quien fue fundadora de la Unión Feminista Iberoamericana, cuentista, actriz, profesora y periodista. Además, fue comisionada por la Universidad Nacional como embajadora de Arte y Cultura en Europa y una de las fundadoras de la Cruz Roja Mexicana en 1910. Esta destacada figura colaboró desde los inicios de este periódico y fue directora de EL UNIVERSAL ILUSTRADO, donde compartía con el público sus artículos, crónicas y escritos dedicados al hogar.
María Luisa Ross, quien fuera directora de EL UNIVERSAL ILUSTRADO y una de las fundadoras de la Cruz Roja Mexicana.
“Soy chica de diez y siete años completamente feliz. Muy colérica, versátil, y en el fondo, capaz de ser formal. Creo que a veces tengo aspecto de colegiala desaplicada (…)”, mencionó Antonia Bonifant López (quien usaba el seudónimo de Cube Bonifant) en su primera colaboración para el semanario de este medio el 17 de marzo de 1921.
La joven con una visión libre para su época, hablaba en sus escritos de lo que ninguna mujer se atrevía: partidos de fútbol, violencia o corridas de toros. Ella fue una de las primeras mujeres periodistas en el siglo XX y destacó por sus célebres crónicas y críticas cinematográficas.
Por los mismos años Gabriela Mistral, a la postre ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945, comenzó a impregnar de poesía las páginas del diario con “Himno al árbol” el 16 de octubre de 1919, “Últimos versos de Gabriela Mistral” en 1925, entre otros.
Les presentamos a Virginia Huerta Janes del departamento de traducción y cables de EL UNIVERSAL. La imagen es del 1 de octubre de 1949.
También destaca Rosario Ibarra de Piedra, la primera mujer en la historia de México en ser candidata presidencial. Fue articulista constante desde el 29 de enero de 1985 cuando escribió el texto “El ‘Rojo Altamirano’”. Siguió colaborando hasta el 18 de abril de 2015, fecha en la que cumplió 40 años de buscar a su hijo desaparecido, Jesús Piedra. En ese espacio expresó: “Tengo 88 años, no hay olvido posible ni alivio de resignación, pero a pesar de todo mantengo una voluntad muy grande para seguir luchando y confío firmemente en que ¡Habremos de triunfar!¡VIVOS LOS LLEVARON! ¡VIVOS LOS QUEREMOS!”
Otras mujeres distinguidas
Seguro has visto a la mujer del Chocolate Abuelita, ella era Sara García, actriz de la época de oro del cine mexicano, aquí leyendo EL UNIVERSAL GRÁFICO
Imágenes captadas en el pasaje “Jacarandas”, de la Zona Rosa, el 10 de octubre de 1970. Un grupo de mujeres se reúne después de un desfile, todas con minifalda.
Las operadoras de Teléfonos de México en la capital
Obrera de la fábrica de relojes Westclox, la primera en la República, en la sección de ensamble, 1963.
* Fuente: Hemeroteca EL UNIVERSAL, El Universal Ilustrado y colaboradora de EL UNIVERSAL.