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Mientras desempeñaba el cargo de secretario general durante el decenio pasado he destacado en repetidas ocasiones la interdependencia de los tres pilares de las Naciones Unidas —la paz, el desarrollo sostenible y los derechos humanos—, que, juntos, constituyen la base de las sociedades resilientes y cohesionadas, enraizadas en la inclusión, la justicia y el estado de derecho.
También he resaltado que los derechos humanos son el eje de la labor y la identidad de las Naciones Unidas, y este es el concepto que sustenta nuestra iniciativa “Los Derechos Humanos Primero”.
En un momento en que se multiplican los conflictos, aumentan las necesidades humanitarias y se intensifica el discurso de odio, la Declaración Universal de Derechos Humanos nos recuerda que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento […] de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”. Paso a paso, podemos construir un futuro cimentado en nuestros valores comunes de igualdad y dignidad humana.
Ese es el espíritu que subyace a la campaña “Juntos” que hemos lanzado recientemente para luchar contra la xenofobia a que se enfrentan tantos refugiados y migrantes. También es el espíritu que hará falta para combatir el extremismo, poner fin a la erosión del respeto del derecho internacional humanitario y defender a los grupos de la sociedad civil que son objeto de medidas cada vez más duras para impedirles desempeñar su vital función.
Defender los derechos humanos va en interés de todos. El respeto de los derechos humanos promueve el bienestar de las personas, la estabilidad de las sociedades y la armonía de este mundo tan interconectado.
Y todos, en cada uno de los niveles de la sociedad, podemos llevar a cabo esta labor. Los Estados tienen la responsabilidad primordial de defender los derechos humanos, y las Naciones Unidas, junto con sus asociados del mundo entero, deben seguir reforzando las respuestas a los abusos y trabajar mejor para prevenir las crisis de derechos humanos.
Todos nosotros podemos, y debemos, actuar en la vida cotidiana para promover los derechos humanos de las personas que nos rodean. Este es el principio que impulsa una nueva campaña mundial puesta en marcha por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas: “¡Defiende hoy sus derechos!”.
Estemos donde estemos, cada uno de nosotros puede influir en favor de los derechos humanos: en el barrio, en la escuela, en el trabajo, en los medios sociales, en casa e incluso en los campos de deporte de todo el mundo.
Juntos, defendamos los derechos de los demás, hoy, mañana y todos los días.
Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas